Durante años, esos fondos que ahora viajan a Las Palmas de G.C. estuvieron recluidos en un almacén de aquella ciudad, hasta que el impulso de las distintas administraciones, además del entusiasmo del citado Instituto, sacaron a la luz esos fondos que ahora constituyen el MACEW, con sede en una vivienda histórica de este municipio turístico, la Casa de la Aduana.
Eduardo Westerdahl (Santa Cruz de Tenerife, 1902-1983), pintor, crítico de arte y escritor adscrito fundamentalmente al Surrealismo, fue una figura fundamental de la cultura canaria como introductor de corrientes artísticas innovadoras en el archipiélago, pero también como artista él mismo de cuadros, dibujos, collages y fotografías. «Trato de conjugar el arte con el hombre, el arte con la sociedad», sostenía.
Intensa actividad
De origen sueco y canario, Eduardo Westerdahl estudió Comercio y trabajó como empleado de banca. Estuvo interesado en la filosofía y los idiomas. Fue miembro fundador de las revistas Letras y Pajaritas de Papel y director de la publicación tinerfeña Gaceta de Arte, revista internacional de la cultura, que editó 38 números, entre febrero de 1932 y junio de 1936, para convertirse en su gran proyecto personal y en una de las revistas fundamentales de las vanguardias artísticas españolas y europeas. Su redacción estaba formada por Domingo Pérez Minik, Pedro García Cabrera, Domingo López Torres, Óscar Pestana Ramos, José Arozena, Francisco Aguilar, Emeterio Gutiérrez Albelo y Agustín Espinosa.
Pasado el tiempo, Westerdahl contaría como enviaban la revista a Picasso, al profesor Freud, a Le Corbusier, André Breton y al Museo de Moderno Arte Moderno de Nueva York, por citar algunos de los destinatarios más renombrados. Y también recordará cómo llegaron a tener colaboraciones directas con Hans Arp y su mujer Sophie, con Kandinsky, Ben Nicholson, Willi Baumeister, Sartoris, Miró, con los dos grandes marchantes Kahnweiler y Alfred Flechteim, los Doctores Grohman y Gurlitt, que dirigía la Kunsthal de Hamburgo, y hasta con el ministro soviético de asuntos artísticos Boukharine. También colaboraron en sus páginas personalidades como Gertrude Stein, Tristán Tzara, Jean Cassou, Herbert Read, Paul Éluard o Benjamín Péret.
Pionero del arte contemporáneo
Eduardo fue además colaborador y redactor-jefe de la revista Hespérides y de los diarios La Tarde y La Prensa. También prestaría sus colaboraciones para las revistas Ínsula, Cuadernos Hispanoamericanos y Destino. Organizó la II Exposición Internacional del Surrealismo, que se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, el mes de mayo de 1935. También es de destacar su papel en la Escuela de Altamira (1949-1951), iniciativa artística que celebró reuniones internacionales en Santillana del Mar. En 1953 fundó el Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl [1], ubicado en la sede del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, en Puerto de la Cruz, convirtiéndose en uno de los centros pioneros de arte contemporáneo en España.
Se casó en 1955 con Maud Bonneaud (Limoges, 1921-Madrid, 1991), coleccionista y autora de esmaltes y esculturas surrealistas. A inicios de lla década de los setenta, los años 1972 y 1973, Eduardo Westerdahl, como miembro de la Comisión de Cultura del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias, intervino de forma decisiva en la organización de la Primera Exposición Internacional de Escultura en la Calle. Gran parte de éstas obras aún se pueden disfrutar en Santa Cruz de Tenerife.
Figura fundamental Eduardo Westerdahl cohesionó uno de los núcleos españoles de la estética surrealista, en Canarias, con figuras como Óscar Domínguez, Juan Ismael, Emeterio Gutiérrez Albelo, Pedro García Cabrera, Domingo López Torres y Agustín Espinosa. En 1935 invitó a André Breton a Tenerife, quien llegaría, junto con Jacqueline Lamba y Benjamín Péret, el día 4 de mayo. El día 11 del mismo mes se celebró la Exposición Surrealista, en el Ateneo de la capital tinerfeña. Los surrealistas franceses, invitados por el grupo de Gaceta de Arte, regresaron a París el día 27, tras una larga actividad artística e intelectual. De esta experiencia nace el nº 2 del Bulletin International du Surréalisme, en el que se incluye un Manifiesto Surrealista firmado por Bretón, Agustín Espinosa, Pedro García Cabrera, Domingo López Torres, Benjamín Péret, Domingo Pérez Minik y Eduardo Westerdahl. En 1936 apareció en la revista Sur, de Buenos Aires, «El castillo estrellado», texto de Bretón, inspirado en su estancia tinerfeña. La versión francesa, «Le château étoilé», aparecerá poco después en Minotaure, de París. Tras el número 38 de la Gaceta de Arte se interrumpió su publicación, a causa de la Guerra Civil española, y el grupo surrealista se disolvió: Óscar Domínguez regresó a París y varios redactores fueron perseguidos, entre ellos Domingo López Torres, que sería asesinado al año siguiente, y Agustín Espinosa, que falleció en Tenerife en 1938. |
Las Palmas de Gran Canaria. Eduardo Westerdahl. Museo de Arte Contemporáneo. Fundación Mapfre Guanarteme.
Del 22 de junio al 31 de julio de 2012.
Comisario: Celestino Celso Hernández.
Jueves, 5 de julio a las 19.00 h. Conferencia ‘En torno a Eduardo Westerdahl’ a cargo de Juan Cruz, periodista y escritor.
Mesa redonda:
- Carlos Díaz-Bertrana, crítico de arte
- Juan Cruz, periodista y escritor
- Juan José Gil, artista
- Celestino Celso Hernández, comisario de la exposición y moderador