El director del museo, Josep Serra, ha explicado que esta donación "es muy importante no sólo porque completa la serie donada por Picasso al Museo en 1968, sino porque permite establecer el modelo de trabajo del artista ante las grandes composiciones".

Desde agosto hasta diciembre de 1957, Picasso se encerró en su taller de la planta superior de La Californie, en Cannes, para trabajar en esta serie, un exhaustivo análisis de la obra de Velázquez formado por 58 óleos -44 interpretaciones del cuadro velazqueño, 9 Pichones, 3 paisajes y 2 interpretaciones libres. El Picasso de Barcelona es el único museo del mundo que tiene una gran serie completa del pintor malagueño, y hasta ahora la primera tela de la serie, la única en la que aparece completa su visión de Las Meninas, estaba fechada el 17 de agosto de 1957.

Un día antes de la gran tela

En el dibujo, de 24 por 30,5 centímetros, aparece estampada la fecha del 16 de agosto de 1957, "por lo que fue hecho un día antes de que pintara la gran tela de la serie", recuerda Serra. Precisamente, el dibujo, ya colgado en las salas del museo, no se exhibe todavía junto a la pintura homóloga, pues ésta ha sido prestada para una exposición en la National Gallery de Londres.

El boceto, de líneas muy simples, casi caricaturescas, fue realizado con lápiz de color en una hoja de cuaderno y muestra a Velázquez, convertido casi en una caricatura, sosteniendo una paleta, al contrario que en telas posteriores, en las que aparece con dos, y con unas dimensiones desproporcionadas al lado del caballete. En el grupo central, formado por la infanta, las meninas y los enanos, Picasso ironiza sobre el papel de las doncellas exagerando la postura de servilismo extremo de María Agustina Sarmiento.

La luz en el esbozo

Los dos guardadamas de la derecha aparecen unidos en un solo cuerpo y la presencia de los reyes y del aposentador de la reina, José Nieto, queda esbozada con cuatro líneas. Serra ha subrayado que "se nota que Picasso da una importancia a la luz en el esbozo, que se corresponde con exactitud con el tratamiento que hizo en la gran tela, con la luz que entraba por los grandes ventanales de la derecha de la composición".

Es tan grande el nivel de acabado del esbozo que, en opinión del director del Museo Picasso barcelonés, "no es descartable que puedan aparecer más dibujos preparatorios". De hecho, este dibujo fue hallado por Catherine Hutin en 2008 y sólo se había visto públicamente en el catálogo de la exposición que el museo barcelonés acogió el pasado año sobre la serie de Las Meninas.

 

Jacqueline Picasso, Catherine Hutin y el Museu Picasso de Barcelona

La estrecha relación entre Jacqueline y Barcelona se inició mucho antes de la primera visita de ésta, el año 1978, al Museu Picasso. De la mano de Pablo Picasso, Jacqueline compartió el entusiasmo por la creación del Museo, estimulada e impulsada por el artista con sus donaciones, a las que ella quiso dar continuidad con dos donaciones de gran importancia: primero, en el año 1982, la colección de cerámicas del Museo -41 piezas realizadas por Picasso, entre el año 1947 y 1965- y, más tarde, en el año 1985, el óleo de la época azul Mujer con cofia, de 1901.

La ciudad y el Museo, agradecieron la generosidad de Jacqueline con la entrega el año 1983 de la Medalla d’Or de la ciutat y con la organización de la exposición De Pablo a Jacqueline. Pinturas, dibujos, esculturas y obra gráfica, 1954-1971, una muestra en la que su hija ya colaboró de manera decisiva.

Catherine Hutin ha tomado el relevo de su madre demostrando en todo momento su gran estima por el Museu Picasso y por Barcelona. De hecho, su apoyo ha sido constante y fundamental desde entonces y está presente en la mayoría de los proyectos que el Museo lleva a cabo de una manera extremadamente generosa y discreta.