Bajo el título Jan Gossaert y el Renacimiento se podrán ver alrededor de 80 lienzos de uno de los primeros artistas nórdicos que copió esculturas antiguas durante su viaje a Roma, a principios del siglo XVI. Sus contemporáneos italianos, en cambio, quedaron fascinados por el detalle, fiel a la naturaleza, de su pintura septentrional.
La exposición quiere reconocer el papel clave que Gossaert desempeñó como pionero artístico que rompió la barrera entre el Renacimiento del norte y el sur de Europa y preparó el camino a los artistas flamencos del futuro.
Sorprendente y versátil
Gossaert fue uno de los artistas más sorprendentes y versátiles del norte de Europa, cambiando el curso de arte flamenco, más allá de la tradición de Jan van Eyck, y trazando un nuevo territorio que eventualmente llevó a la gran época de Rubens.
El nombre del autor flamenco pronto comenzó a oirse entre los miembros ricos y extravagantes de la Corte de Borgoña. En 1508 formó parte de una embajada destinada al Vaticano, oportunidad que le convirtió en el primer artista del norte en viajar a Roma para hacer copias de escultura antigua. A su vuelta introdujo en los Países Bajos el estilo renacentista italiano a la hora de representar los temas históricos y mitológicos utilizando sensuales desnudos.
Algunas de las pinturas de Gossaert que representan desnudos pueden entenderse como una celebración o exaltación de los placeres carnales. El maestro revive el erotismo clásico, sus formas idealizadas, voluptuosas y seductoras también en la escultura, pintada para evocar el brillo del mármol.
La National Gallery de Londres cuenta con una de las mejores y más extensas colecciones de Gossaert del mundo, con la La Adoración de los Reyes (1510-15) como pieza central.
Londres. Jan Gossaert y el Renacimiento. National Gallery.
Del 23 de febrero al 30 de mayo de 2011.