En España, fueron las principales ciudades y algunos de sus centros museísticos: Madrid (Museo del Prado, Museo Thyssen-Bornemisza, MNCARS), Barcelona (MACBA), Figueras (Teatro-Museo Dalí), Málaga (Museo Picasso), Valencia (IVAM) y Bilbao (Guggenheim, Museo de Bellas Artes) ofrecerán itinerarios y actividades complementarias en esta noche tan especial.
De noche por la luz
La iniciativa de promover estas “noches para el arte” nació en Francia. El principal secreto de la exitosa fórmula parece resumirse en la siguiente ecuación: arte gratis en horas donde todos los placeres se pagan. Pero ni mucho menos, licores destilados con tanto mimo terminan por ser buenos para el bolsillo, pues toda la tramoya de tópicos termina, como siempre, por prometer un “ven mañana cuando las velas se hayan apagado”. Por fortuna, sobrevive el inocente: el arte. Y, por consiguiente, sobreviven también los neófitos, los hechizados.
Y es que de eso se trata. Por una sola noche, se convocan los espíritus del arte, las sombras de los artistas. Y no porque sepamos que a muchos les gustaba pintar con luz de velas, sino porque a todos ellos, en mayor o menor grado, los hubo de atrapar la noche. De tópicos, como no, se nutre el entorno y la vida privada de los artistas, donde a las palabras mágicas “París” y “gato” se une un escenario inconfundible llamado Noche. Telón que termina por otorgar identidad multiforme a sus habitantes, confundidos, ahora sí, en ese terreno soluble donde todo es posible, porque todo es lo mismo.
Negros de melancolía
Dualidad es en sí misma la pintura, elevada para esta noche a los altares. Luz que necesita de la luz para vivir, egoísta y siempre paradójica. Hecho el arte por enfermos, negros de melancolía agarraban sus pinceles o sus cinceles cuando de púrpura empezaban a vestirse las nubes. Qué mejor ocasión que estar delante del arte en las horas justas de su concepción. La Noche de los Museos deberá dar paso al vino, es el momento de Baco, de Tiziano, de Caravaggio, de Rembrandt, de Velázquez, de Goya…
Tantos y tan inolvidables suspiros del poeta Rafael Alberti sirven para aquel que desee encontrar respuestas en una noche sin fin:
Negro como la boca de la noche,
como boca de lobo, como abismo
sin fin, como agujero
que recortan los cuerpos en algunas
determinadas superficies.
Día Internacional de los Museos
Esto es sólo la antesala para las celebraciones del próximo 18 de mayo, Día Internacional de los Museos. La iniciativa de dedicar un día a las instituciones culturales quedó fijada en 1977 gracias al ICOM (Consejo Internacional de Museos), organismo no gubernamental dependiente de la UNESCO encargado de mantener y conservar el patrimonio cultural internacional.
Las palabras y gestos en una noche como esta, darán sin duda ansiados frutos de cama, pues la autocomplacencia terminará por oscurecer la excelencia. Veremos después de todo si, al final, los embrujos adquieren nuevos clientes o, por el contrario, nuevas miradas críticas. Aunque, al caso, termina por ser lo mismo.