Endara legó un retrato de un Panamá “feliz”. Con un empeño casi mesiánico, retrató lo que él veía como una sociedad venturosa, precisamente porque el motor del engranaje socioeconómico era un conjunto de contradicciones en constante transformación.
Amplio registro
Lo que distingue a Endara de los fotógrafos de su época es la amplitud de su registro humano y ambiental. Con un estilo frontal, directo y elocuente, fotografió a pobres, inmigrantes, familias y parejas sin ceñirse en exclusiva a los acaudalados, sino retratando a personas de distintos orígenes étnicos y niveles económicos. Así logró fijar la diversidad humana que llegaba a Panamá en busca de mejores modos de vida.
Carlos Endara (Ecuador, 1867-Panamá, 1954) llegó a Panamá en 1886 en busca de su padre, quien trabajaba para la construcción del Canal Francés. Empezó su carrera profesional como dibujante y después trabajó con un fotógrafo francés, quien le enseñó el oficio. Tras un tiempo asociado con Epifanio Garay fundó su propio estudio que marcaría época. Sus imágenes han ilustrado periódicos y revistas de Panamá como Épocas, El País, Panama Mirror, Estampas y la página dominical Raíces del periódico La Prensa.
Madrid. Un mundo feliz. Carlos Endara. Casa América [1].
Del 2 de junio al 11 de octubre de 2011.
Comisaria: Adrienne Samos.