Lejos de la figuración
Lucio Muñoz es considerado uno de los artistas españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XX. En 1955 realizó su primera exposición individual y obtuvo una beca para viajar a París, donde entró en contacto con la vanguardia europea y terminó por adscribirse a la poética informalista, convirtiéndose en uno de sus principales representantes españoles, aunque ya en Madrid, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, había comenzado a alejarse de la figuración.
A partir de los años 60 comenzó a gozar del reconocimiento internacional -en 1983 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas- y sus piezas se exponen actualmente en las principales colecciones de arte contemporáneo del mundo, como el MoMA, el Guggenheim, la Tate Modern Gallery, el Reina Sofía o el Museo de Arte Español de Cuenca.
Obra gráfica
Aunque su obra gira principalmente en torno al estudio de la materia y la tridimensionalidad del cuadro, curiosamente nunca dejó de trabajar en grabados, litografías y obra seriada.
Esta exposición constituye una gran oportunidad para admirar este otro tipo piezas, menos conocidas pero, no por ello, menos importantes.
La trascendencia de la obra gráfica en la carrera de Lucio Muñoz es tal que a principios de la década de los 80 se dedicó exclusivamente a ella.
En este período, según Nieto Alcaide, se produjo una transformación radical en su obra. Realizó grabados de gran formato en los que la gama cromática se aclaró considerablemente (hasta ese momento prevalecían los negros, marrones, pardos) y desapareció la uniformidad tonal.
Además, en esta misma época, de la que hay dos preciosos aguafuertes en la exposición, el artista abandonó cierta agresividad melancólica que había estado presente en sus obras y la espontaneidad y el azar se convirtieron en protagonistas de su producción gráfica, a la que aportaron nuevos matices expresivos. Estos cambios que trabajó en sus grabados pasaron después directamente a la pintura.
Homenaje a Chicharro
A lo largo del recorrido que propone la galería Múltiple, encontramos algunas obras de la carpeta titulada Homenaje a Chicharro, realizadas en 1970 y dedicadas al poeta y pintor Eduardo Chicharro, profesor de Lucio Muñoz en la Escuela de Bellas Artes y al que el artista siempre consideró su maestro.
Merecen especial atención las xilografías (grabados en madera) presentes, ya que gran parte del trabajo del artista se centró en el estudio de los materiales y, muy especialmente, de la madera, que usó como materia prima para sus obras y como soporte de las mismas.
Asimismo, cierran la muestra dos obras realizadas en los años 90 en las que se aprecia la evolución del lenguaje del artista, que pasa de los paisajes abstractos de los años 80 a composiciones de líneas sencillas y relajado aire arquitectónico.
Madrid. Lucio Muñoz 1960-1995. Galería Múltiple [1]
Hasta el 7 de marzo de 2009.