Desde 1976 hasta 1987, Warhol capturó un sinfín de fragmentos y retazos de la vida cotidiana, particularmente aquellos procedentes de su recorrido por distintas ciudades (sobre todo Nueva York, pero también Londres y París). Estas imágenes dan a entender la importancia que Warhol concedía a la práctica fotográfica, que está sin duda en la base de gran parte de sus obras de mayor renombre, como en los retratos de Elizabeth Taylor, Marilyn Monroe, Elvis Presley, Mick Jagger o Mao-Tse-tung.
Un Warhol corriente
Al deambular por jardines, plazas y calles, Warhol abría su mirada a un mundo en el que los objetos de la cultura popular (muñecas, artículos de regalo, souvenirs, enseres viejos) se yuxtaponen a otros de distinto signo (edificios, estatuas, árboles, lápidas, gente…) del paisaje urbano.
Obsesionado por la existencia de estructuras repetitivas y la disposición en serie y por la acumulación de objetos de todo tipo, propios del consumo capitalista, Warhol tomó un conjunto de fotografías que, vistas en la actualidad, parecen despertar algunas resonancias con trabajos más recientes efectuados por artistas tan destacados como Martha Rosler y Zoe Leonard (escaparates de tiendas, árboles apresados por una valla metálica…).
Ahora, Pepe Cobo y cía presenta por vez primera en España una obra inédita de Andy Warhol, compuesta por una selección de más de cincuenta fotografías de edición única en blanco y negro en las que la celebración de lo cotidiano, lo corriente y lo trivial adquiere valor artístico y simbólico en la sociedad contemporánea.
Madrid. Andy Warhol. Portraits and landscapes c.1976-1987. Pepe Cobo y cía [1].