Sus inicios, a finales de los 70, están marcados por la necesidad de crear una nueva concepción de la identidad cultural y de la sensibilidad estética de una Alemania inmersa en revisar sus bases ideológicas y la estructura jerárquica en un momento en el que el milagro económico llega a su fin. La preocupación del autor por la situación en Oriente Próximo, Vietnam y otros conflictos y revueltas sociales de nuestra historia más reciente marcan su obra, sin perder la esperanza en que se produzcan nuevos acontecimientos que den lugar a un mundo nuevo.

La exposición

Con una estética muy cercana al movimiento pop, su obra pierde intensidad a medida que el espectador se centra en aspectos específicos propios de la lógica particular del artista, sobre todo a la hora de plantear cuestiones relevantes.
Sin mantener un orden cronológico, se inicia la exposición con el título SARS Formation (2005), varios módulos de cartón suspendidos en el aire que hacen referencia a la epidemia de síndrome respiratorio agudo grave producida en Asia en 2003.

A continuación, Kartoffelzähler (Contadores de patatas, 1968) da nombre a uno de los trabajos más representativos de Bayrle. Inspirándose en artículos de las revistas maoístas publicadas en alemán, el autor hace referencia al cultivo de patatas en China. El siguiente título,  Raport/Stadttapette (1997-2009), agrupa varios collages fotográficos sobre madera que plasman varios paisajes que podríamos calificar de entrópicos.

La obra de Bayrle

Thomas Bayrle (Berlín, 1937) está considerado como uno de los máximos representantes de la recepción del movimiento pop en Alemania. Activo desde finales de los sesenta, su obra plantea cómo el proceso de producción, repetición y lectura de una imagen está vinculado a una determinada asunción del proyecto moderno, al tiempo que pone de manifiesto la dificultad de éste último para lidiar con dos de los conceptos fundamentales de la sociedad actual: las nociones de diferencia y de error.

El conjunto de su trabajo se caracteriza por un concepto del tiempo como un sentido que nos mantiene permanentemente abocados hacia el futuro. A la conquista de nuevos límites. La posibilidad de que tenga lugar una ruptura, de crear una censura en la continuidad del acontecer de la historia, así como de que se produzca una crisis capaz de poner el mundo en cuestión y provocar incluso un cambio genético, una mutación que convierta al hombre que conocemos en un desconocido, se expresa en multitud de formas y medios.

Bayrle y el cine

Además de su obra gráfica y pictórica, Thomas Bayrle realiza más de un experimento fílmico en el que el collage juega un papel fundamental. El recurso de cinta perpetúa, el loop, le proporciona casi de forma natural en el cine el efecto de repetición sin fin que tanto le atrae. A las obras realizadas en 16 mm en los sesenta y los setenta hay que añadir toda una serie de que produce entre 1980 y 2006, ya en la era digital.

La novedad de Thomas Bayrle reside en su capacidad de conjugar y llevar al límite gráfica, collage, pintura y cine con una meta: investigar las posibilidades de cambio que puedan aparecer en el horizonte.

 

Barcelona. Thomas Bayrle. Me temo que ya no estamos en Kansas. Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA).

Hasta el 19 de abril de 2009.

Comisaria: Chus Martínez.