Comenzó estudiando técnicas de pintura japonesa sobre seda en el atelier L. Bain de París, atraída por el misterio, el lujo y la sensualidad del material. Expuso por primera vez en Nueva York, en el año 1983. Desde entonces, ha realizado obras únicas de indumentaria, serigrafías y murales, en un diálogo constante con las fibras y los colores que acogen sus gestos.
Para la artista, los vestidos son pinturas en movimiento, que iluminan con notas de color, trazos fluidos y signos esenciales la cotidianeidad: “Hace años que trabajo con la indumentaria y he procurado transmitir mi concepto, mi sentimiento y mi forma de entenderla. He trabajado para que sea atemporal, que no esté dentro de las opresivas leyes de la moda, que nos marcan tendencias y colores que nos uniforman. He pensado que sería bonito poder conseguir que las personas encontrasen su propio estilo y escogieran de una forma creativa. Me gustaría que dentro de lo que yo propongo se sintieran llenas de armonía y de alegría de vestir los colores que combino y salieran iluminando las calles con mis pinceladas caligráficas".
Artesania Catalunya [1]. C. Banys Nous, 11.