La selección incluye esculturas, dibujos, grabados sobre tela, ensamblajes y celdas-células, muchas de estas obras inéditas para el público español. Documentales [1] sobre la artista y un ciclo de cine contemporáneo completan este homenaje con el que este centro cultural madrileño celebra su décimo aniversario.
El título de la muestra está tomado de uno de los dibujos seleccionados, una suerte de autorretrato en el que se cita esta frase, el lema de la Orden de la Jarretera. Un título misterioso y sugerente que nos habla de la libertad de Bourgeois que no cesó de trabajar hasta su muerte, de forma independiente y coherente, analizando a través de su obra la experiencia de ser mujer en el siglo XX.
Independiente y coherente
En la exposición se ve aflorar a la superficie los temas que obsesionaron a Louise Bourgeois a lo largo de su vida, tratados de forma exhaustiva, sin ninguna concesión, con la distancia de la experiencia, cuestionando o dando testimonio de una vida y de una obra que dejarán su marca indeleble sobre el siglo XX.
Louise Bourgeois (París, 1911-Nueva York, 2010) es sin duda una de las más relevantes creadoras del siglo pasado. Creció rodeada de tapices, en el taller de restauración que regentaba su familia. En París recibió su primera formación artística rodeada ya de grandes nombres. Años después se traslada a Nueva York donde trabaja hasta su muerte. Su obra se enseña en contadas ocasiones hasta que, en 1982, el MoMA le dedica una gran retrospectiva –la primera dedicada a una mujer–. Tenía 70 años.
Madrid. Louise Bourgeois. «HONNI soit QUI mal y pense». La Casa Encendida [2].
Del 19 de octubre de 2012 al 13 de enero de 2013.
Comisaria: Danielle Tilkin.