Impresionismo y aire libre. De Corot a Van Gogh. Del 5 de febrero al 12 de mayo de 2013
Analizar el papel de la pintura al aire libre como motor de la renovación plástica del siglo XIX es el objetivo principal de esta exposición. En general se tiende a relacionar la pintura al aire libre con el impresionismo pero, cuando Monet, Renoir, Sisley o Pissarro empezaron a exponer sus obras en el estudio del fotógrafo Nadar, en 1874, la pintura en plein air llevaba ya casi un siglo de desarrollo.
Los estudios al aire libre constituyeron, de hecho, parte fundamental de la formación del pintor de paisajes desde fines del siglo XVIII. Más tarde, convertida en eje del naturalismo, su potencialidad renovadora se extendió hasta finales del siglo XIX.
La muestra reunirá alrededor de 100 obras en un arco cronológico que va desde 1780 hasta 1900, aproximadamente; desde los iniciadores del paisaje al aire libre, como Pierre-Henri de Valenciennes y Thomas Jones, a artistas como Turner, Constable, Corot, Rousseau, Courbet, Daubigny y todos los grandes maestros del impresionismo, hasta llegar al cambio de siglo con Van Gogh o Cézanne, entre otros muchos nombres imprescindibles. Su comisario es Juan Ángel López, conservador de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en el Museo Thyssen-Bornemisza.
Hiperrealismo 1967-2012. Del 8 de abril al 30 de junio de 2013
A finales de la década de 1960 surge en Estados Unidos una corriente pictórica dedicada a la representación realista de escenas y objetos del día a día de la vida americana. Estos artistas parten siempre de la fotografía como documentación para su pintura. La consagración del movimiento tuvo lugar con su exposición en la Documenta de Kassel en 1972. La muestra que presenta en 2013 el Museo planteará, por primera vez, una genealogía del hiperrealismo que empieza con los grandes maestros americanos de la primera generación, como Richard Estes, John Baeder, Robert Bechtle, Tom Blackwell, Chuck Close o Robert Cottingham, para mostrar a continuación la continuidad de la técnica hiperrealista en Europa y en artistas de generaciones posteriores.
Muchas de las obras de la exposición pertenecen a la colección de Louis K. Meisel, cuya galería se convirtió en el punto de encuentro del movimiento. Meisel lo promocionó desde sus inicios dentro y fuera de EE.UU., apoyando y descubriendo a nuevos artistas; su galería sigue siendo el punto de referencia fundamental para esta corriente.
Pissarro. Del 4 de junio al 15 de septiembre de 2013
En el verano de 2013 se presentará la primera exposición monográfica en España del pintor impresionista Camille Pissarro (1830-1903). Figura fundamental del Impresionismo -fue redactor de su carta fundacional y el único que participó en las ocho exposiciones impresionistas, de 1874 a 1886-, quedó sin embargo eclipsada por la gran popularidad de sus amigos y compañeros, principalmente Claude Monet.
Con más de 70 obras, esta exposición lo presentará como uno de los grandes pioneros del arte moderno. El paisaje, género que domina en su producción, centrará el recorrido de la muestra, visitando cronológicamente los lugares donde residió y pintó, pero también ciudades como París, Londres, Rouen, Dieppe y Le Havre, pues, aunque su obra se asocie habitualmente a la vida rural, a la que dedicó más de tres décadas, en sus últimos años se trasladó al medio urbano, y su producción de entonces está dominada por las vistas de ciudades. La exposición está comisariada por Guillermo Solana y se presentará posteriormente en la sede de CaixaForum en Barcelona.
El Surrealismo y el sueño. Del 8 de octubre de 2013 al 12 de enero de 2014
El Surrealismo no fue un movimiento artístico más, sino una actitud ante la vida que ha dejado una marcada huella en todo el arte posterior. Esta exposición mostrará, por vez primera, cómo esa huella, esa transformación de la sensibilidad contemporánea, tiene su raíz más profunda en la vinculación surrealista entre sueño e imagen.
Pinturas, dibujos, collages, esculturas y fotografías de artistas como André Breton, Salvador Dalí, Paul Delvaux, Yves Tanguy, Renée Magritte, André Masson, Max Ernst, Jean Arp, Claude Cahun y Paul Nougé, entre otros, servirán para aproximarse de manera monográfica a esta sugestiva relación que propone el filosofo y crítico de arte José Jiménez, comisario de la muestra, y a la que se ha prestado una escasa atención en el ámbito artístico.
Los surrealistas reivindicaron desde un primer momento el sueño, junto a la escritura automática, como una de las vías fundamentales de la liberación de la psique. Aunque los planteamientos de Sigmund Freud, y en particular su gran obra La interpretación de los sueños (1900), resulten decisivos para sus aproximaciones al mundo onírico, no se limitaron a ser meros seguidores de Freud. Para ellos, el sueño era un plano de experiencia diferente al de la vida consciente, cuyo conocimiento incidía de modo especial en el enriquecimiento y ampliación del psiquismo.