Muchos nombres de importantes personalidades han marcado la historia de este edificio. La duquesa de Alba, por ejemplo, vivió en este palacio por estar casada con su propietario. Siglos después, cuentan que Ava Gardner, Jackie Kennedy o los duques de Windsor lo visitaron cuando ya era un restaurante de postín, en los años 70. Pedro Almodóvar utilizó su fachada en el rodaje de La flor de mi secreto.
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La Agencia para el Aceite de Oliva, dependiente el Ministerio de Agricultura, se instaló entre sus gruesas paredes en la década de los 80 y, actualmente, el antiguo palacio del Marqués de Villafranca es sede oficial de la Real Academia de Ingeniería [1].
Ahora, tras una exhaustiva restauración, la RAI acaba de rehabilitar este espléndido edificio, cuya construcción data del siglo XVII. Ubicado entre las calles Don Pedro y Mancebos, muy cerca de Las Vistillas en Madrid, es sólo desde 2005 cuando se convierte en la sede oficial de los académicos de la Ingeniería. Según Aníbal Figueiras, presidente de la RAI, “tras las obras, la Academia recupera para Madrid un bello edificio que forma parte de su patrimonio histórico y cultural”.
Con motivo de la finalización de estas obras de rehabilitación, la RAI ha editado un libro, que se presenta hoy, titulado La sede de la Real Academia de Ingeniería. Historia del Palacio de los Marqueses de Villafranca, un riguroso estudio sobre los orígenes y avatares del palacio, escrito por tres jóvenes investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid.