Mientras, el pueblo llano, con su imaginación inagotable, se encargaba de suministrar las formas coreográficas y musicales con los que se construyeron, mediante una evolución más o menos rápida, las estilizadas danzas cortesanas y teatrales: minués, rigodones, contradanzas, valses, fandangos, seguidillas y otras mil formas de la danza se ejecutaron antes en las fiestas campesinas y en las tabernas que en los salones y escenarios teatrales.
La exposición que ofrece la Biblioteca Nacional de España (BNE) a partir de hoy pretende dar a conocer la excelente colección de libros de danza de esa época que conserva la Biblioteca, procedentes en su mayor parte de la antigua Biblioteca Real y de la colección que formó Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894), conocido compositor, musicólogo y bibliófilo, hijo y nieto de bailarines, que a su muerte legó a la institución su extraordinaria biblioteca musical.
Madrid. Libros de danza en la BNE: de la gallarda al vals. Biblioteca Nacional.
Del 8 de febrero al 8 de mayo de 2011.