El arte en guerra. Francia 1938-1947: de Picasso a Dubuffet. Del 19 de marzo al 8 de septiembre de 2013
La exposición, organizada en colaboración con el museo de arte moderno de la ciudad de París, muestra cómo, en condiciones de penuria y opresión, los artistas supieron proponer nuevas respuestas estéticas que modificaron completamente las formas artísticas y el contenido del arte hasta el día de hoy. La muestra, que ofrecerá más de 400 obras de aproximadamente 120 artistas, se desarrollará en diez secciones completadas por numerosos archivos y documentos audiovisuales inéditos.
El recorrido comenzará en enero de 1938 con la Exposición internacional del Surrealismo, premonitoria de la guerra y de la restitución de una “mirada oscura” y de un ambiente “sofocante”, definidos por André Breton y Marcel Duchamp. Después de la derrota del ejército francés, con la ocupación alemana y la instauración del Régimen de Vichy, los artistas tuvieron que adaptarse a las nuevas realidades de aquellos tiempos aciagos y algunos de ellos a la clandestinidad (Jean Arp, Alberto Magnelli o Sophie Taueber).
En el ámbito más visible de la actividad pictórica parisina se imponen los maestros de referencia como Pablo Picasso, Henri Matisse o Pierre Bonnard, y el grupo de los “Jeunes peintres de tradition française”. Entre 1944 y 1947, las obras de la posguerra responden a la violencia que había sufrido el cuerpo y la mente durante todos esos años, conduciendo a la liberación psíquica como única respuesta a la historia (Jean Fautrier, Alberto Giacometti, Germaine Richier).
La exposición ha sido comisariada por Jacqueline Munck y Laurence Bertrand y reunirá préstamos excepcionales procedentes de instituciones internacionales así como de numerosas colecciones privadas.
Deftig Barock. De Cattelan a Zurbarán. Del 18 de junio al 6 de octubre 2013
Presentará de forma conjunta obras del Barroco, de artistas como Pieter Aertsen, Valentin de Boulogne o Jacob Jordaens, y artistas contemporáneos como Nathalie Djurberg, Maurizio Cattelan y Oscar Tuazon. Sin embargo, no es una mera ilustración de motivos, temas o analogías formales. El Barroco está asociado con el dinamismo, la sensualidad, el exceso y la teatralidad, alejándose de la solemnidad callada de las formas clásicas; al mismo tiempo se vincula a la idea de una época de inestabilidad y descomposición del orden establecido.
La exposición llamará la atención sobre el hecho de que solamente a partir de 1930 obtuvo el Barroco reconocimiento universal, gracias a historiadores como Panofsky, quien vio el Barroco como fundamentado “en la victoria de la subjetividad, dirigido hacia la expresión del sufrimiento y del humor en iguales proporciones”. La exposición explorará un enfoque que proclama la cercanía a la vida como una concepción de exuberancia vital, así como la paradoja de su pérdida, lo que nos lleva al significado del arte.
La exposición, comisariada por Bice Curiger, está organizada en colaboración con la Kunsthaus Zürich e incluirá préstamos de los principales museos de arte antiguo de Europa, como el Prado (Madrid), The National Gallery (Londres), Kunsthistorisches Museum (Viena) o Städel Museum (Frankfurt).
Antoni Tàpies. Del objeto a la escultura (1964-2002). Del 8 de octubre 2013 a 2014
La voluntad de la organización de esta exposición surge de la continuada relación de Antoni Tàpies con los Museos Guggenheim. En 1962 se inauguró en el Museo de Nueva York la retrospectiva comisariada por Lawrence Alloway; la continuidad de la colaboración con el artista siguió de la mano de Carmen Giménez con la exposición celebrada en 1995, en el Guggenheim Museum Soho.
Este nuevo proyecto, que cuenta con Álvaro Rodríguez Fominaya como comisario, se concibe como un análisis en profundidad siguiendo un criterio historiográfico y cronológico de su obra objetual y escultórica. Se trata del mayor esfuerzo realizado hasta la fecha para presentar una selección que incluye más de cien objetos y esculturas, que recorren la producción artística de Tàpies desde los años sesenta hasta 2002. La exposición examina sus primeros objetos y ensamblajes con malla metálica, papel, telas y mobiliario, sus primeras terracotas y el desarrollo del lenguaje unido al barro y la cerámica, así como sus bronces y esculturas.
Los préstamos proceden de las principales colecciones museísticas y privadas de Europa y Estados Unidos, incluyendo la Fundació y el legado Antoni Tàpies.
Vascos contemporáneos. Del 5 de noviembre de 2013 a 2014
El Guggenheim Bilbao ha prestado a lo largo de su historia una especial atención a la creación moderna y contemporánea de la comunidad artística local, que ha contribuido a su proyección internacional. Este objetivo se ha concretado en diversos proyectos expositivos, colectivos e individuales, entre otros: Cristina Iglesias (1998-1999), Chillida: 1948-1998 (1999), La Torre Herida por el Rayo (2000), Oteiza: mito y modernidad (2004-2005), Incógnitas. Cartografías del arte contemporáneo en Euskadi (2007) y Chacun à son goût (2007-2008).
El próximo proyecto dedicado a artistas vinculados al País Vasco pretende dar continuación a esta línea con las figuras más prominentes del arte vasco contemporáneo.