La artista decidió "sacar" a estos animales de la pinacoteca intentando imitar en cada uno de ellos la técnica pictórica de su autor. "No son protagonistas, pero sí tienen un papel importante en las obras. En la mayoría de los casos buscaban humanizar al aristócrata que era retratado", aseguró la pintora, para la que se trata de canes "con una carga densa, melancólicos, serios, no perritos falderos. Son perros del Prado en todos los sentidos".
Juego de liberación
La muestra es el resultado de un juego de liberación y técnica donde los perros cobran un rol protagonista y nada les estorba. A la artista chilena le molestaban los paisajes y los aditivos y, por esa razón, comenzó a probar nuevas técnicas para limpiar eso que "le sobraba en los cuadros que creaba".
La muestra, que podrá visitarse hasta el 18 de abril, cuenta además con unas instalaciones lumínicas que la autora define como el pedigrí de los canes y que muestran al visitante la situación original de cada animal. "Decidí hacer también unas cajas retroiluminadas con las postales de los cuadros originales pero sin sus perros, para que la luz mostrase sus siluetas", dijo Totoro, que acompañó cada imagen con un pequeño boceto en el que se ve al animal que falta y el pasillo por el que ha escapado.
Madrid. Perros del Prado. Centro de Arte Moderno de Madrid [1].
Hasta el 18 de abril.