Estos populares juguetes han formado parte del imaginario y la memoria de la niñez de muchas generaciones. Además de ser un entretenimiento bastante asequible durante la Guerra Civil, se convirtieron en fiel reflejo de la realidad y en potente herramienta propagandística de clara intencionalidad ideológica.

Los recortables muestran ejércitos de papel, tropas, milicianos, tanques, aviones, carros de combate, barcos de guerra y todo tipo de instrumentos bélicos que sirvieron a los dos bandos.

Ensalzar figuras y armas

Pero la muestra no se limita a los tres años de la Guerra Civil, ya que abarca desde la proclamación de la II República hasta el fin de la II Guerra Mundial. El recorrido comienza con un diorama de la plaza de Sant Jaume de Barcelona el 14 de abril de 1931, y continúa con una serie de recortables sobre la preparación de la revuelta militar.

El comisario ha explicado que mientras que los recortables republicanos estaban destinados a ensalzar figuras como las de Durruti o el general Miaja, los del bando nacional ponían más énfasis en el aparato militar y armamentístico. Además de todo tipo de milicias, ejércitos y armas, la exposición también recoge maquetas que muestran algunos de los momentos clave de la contienda. Destaca por sus dimensiones el diorama Batalla de Madrid, probablemente editado en Barcelona entre 1936 y 1937 como ejemplo de la solidaridad catalana con el Madrid sitiado.

 

Barcelona. Retallables de la Guerra Civil (1936-1939). Museo de Historia de Cataluña.

Del 16 de junio al 24 de septiembre de 2009.