El recorrido de esta presentación tiene su centro dentro de la nave, que alberga cuatro maquetas de barcos: una coca y dos carabelas, La Pinta y La Niña junto a la nao Santa María; todas ellas a escala 1:20. Mediante su magnífica factura, estos modelos muestran la tecnología e ingeniería naval en los tiempos del descubrimiento de las Américas. La Santa María, construida entonces con madera procedente de los bosques cántabros, resalta la vasta cultura marítima de esta escarpada costa. Los navíos descansan sobre unas bases de acero que materializan el mar océano.
El baldaquino de la nave está flanqueado por diez columnas teñidas a mano con semillas de onoto (Bixa Orellana L.), un recurso de origen vegetal que la mayoría de las poblaciones nativas de América del Sur y Central empleaban como pintura corporal, motivo por el cual pronto se les adjudicó erróneamente el nombre de ‘pieles rojas’. Este vibrante pigmento y su aroma representan en esta obra el Animismo, el universo de creencias de las sociedades amerindias. Cercado por chinchorros de los nativos Warao, del Delta Amacuro en Venezuela, el centro se transforma a su vez en la sección interior de una embarcación. También representa la plaza central de un hogar nativo (shapono, maloka o churuata), como un mundo protegido que refleja el cosmos y el firmamento a su alrededor.
La obra de Lothar Baumgarten ha sido objeto de exposiciones individuales en importantes instituciones internacionales como el S.R. Guggenheim Museum, Nueva York; Centre Georges Pompidou, París; o Hamburger Kunsthalle, Hamburgo. Galardonado con el León de Oro en la XLII Bienal de Venecia de 1984, su obra se ha exhibido en cuatro ocasiones en Documenta. Entre 1978 y 1980 Baumgarten convive dieciocho meses con el pueblo yanomami en la Amazonia venezolana.
Santander. Lothar Baumgarten. Fundación Botín.
Del 19 de octubre de 2012 al 7 de enero de 2013.