La muestra se enmarca dentro de las exposiciones dedicadas a personajes ilustres de la cultura catalana que Blanquerna realiza cada año. Según su comisario, Joaquim Molas, catedrático de Literatura Catalana de la Universidad de Barcelona, “una de las asignaturas pendientes de la cultura española es el estudio de las relaciones que sostienen entre sí sus diversas lenguas, y por lo tanto, sus diversas literaturas. Con esta exposición no pretendemos sino mostrar un caso concreto de estas relaciones, en ciertos aspectos, un caso excepcional, el de Josep Pla y Madrid".
Dos estancias
En Madrid, recuerda Joaquim Molas, Pla realizó dos largas estancias, una, en 1921, y otra, en 1931-1936. En la primera, exploró libremente no sólo sus calles, sino también sus alrededores (Aranjuez, El Escorial, Toledo…). Y en la segunda cubrió como cronista la ajetreada vida parlamentaria, desde el 22 de abril de 1931 hasta las mismas puertas de la insurrección franquista, el 13 de abril de 1936, con un breve paréntesis, en 1934, en el que siguió sobre el terreno la revuelta de Asturias. Y sobre cada una de ellas publicó un libro: Madrid. Un dietari (1929) y Madrid. L’adveniment de la República (1933). Después de 1936, sólo visitó Madrid en contadas ocasiones y siempre por asuntos puntuales y, alguna vez, incluso con resultados, por decirlo así, inhóspitos.
Durante sus dos estancias madrileñas, Pla, que asistió a sus tertulias más emblemáticas, como la del Pombo o la del diario El Sol, en el que colaboró esporádicamente, conoció y trató a la mayoría de sus escritores y periodistas: Unamuno, Azorín, Baroja, Marañón, Ortega, Camba, etc. Y, después de su reclusión postbélica, conoció y trató en Barcelona, o en Llofriu, a Ridruejo, Cela, Delibes y Laín. Y a todos ellos dedicó páginas rememorativas de gran calado.
Una ciudad en transformación
La exposición se puede dividir en ocho capítulos: el primero traza el marco histórico de la muerte de Dato a la República. A continuación, hay tres capítulos sobre la cuadrícula urbana, con sus barrios, sus calles y sus parques. Un capítulo sobre los cafés y sus tertulias, y tres más sobre la geografía humana, desde los funcionarios hasta los iconos políticos o literarios de la época.
Además, se complementa con un catálogo, que el visitante puede obtener de forma gratuita, donde se reproducen una selección de cartas de Azorín y Cela y algunos fragmentos sobre las relaciones entre Pla y Castilla y sobre El quadern gris (1966), la serie de Homenots (1958) y la mitificación de su tierra natal.
Actividades paralelas
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Madrid. El Madrid de Josep Pla. Centro Cultural Blanquerna.
Hasta el 25 de abril de 2010.