Sin Marini no se podría entender la evolución del arte en nuestros días, siendo su influencia esencial y definitiva para los escultores de los siglos XX y XXI. Heredero de la tradición etrusca, en sus esculturas está patente la huella de la mitología de este pueblo. Tal vez nacer en La Toscana, cuna de los etruscos desde el siglo VII aC, fue lo que definió su estilo.
En esta exposición antológica, la primera que se presenta en Madrid, se ha logrado crear una yuxtaposición de piezas que muestra todos los lenguajes artísticos que el maestro dominó.
Reinventando los clásicos
A través de 75 obras (esculturas, pinturas y dibujos) nos adentramos en el universo artístico de Marini, en su lenguaje, que es el de su tiempo, pero reinventando a los clásicos, dotando a sus obras de una modernidad innata que las hacen ser un legado de la época en la que se crean.
Sus dibujos presentan un trazo firme y puro y sus óleos están inundados con los colores del Mediterráneo. Pero son sus esculturas en bronce las que le convierten en un Maestro. Caballos, jinetes, guerreros y Pomonas -la divinidad símbolo de la fertilidad de la tierra- le darán a conocer internacionalmente. Figuras complejas e imponentes llenas de carga simbólica que sintetizan, de forma audaz, toda su producción.
Madrid. Más allá de la escultura. Conde Duque [1] (Sala 3).
Del 15 de noviembre de 2011 al 19 de febrero de 2012.