Sus discursos son siempre pictóricos: para él lo importante es pintar; no busca a los personajes, los personajes le buscan a él, son el reflejo del pueblo en los medios de comunicación, la telebasura o la prensa sensacionalista.

En total, cuatro obras de gran tamaño y un conjunto de piezas de pequeñas dimensiones conforman la exposición del CAC, en la que a través de un desfile de personajes carnavalescos, ridículos y caricaturizados, Matías Sánchez intenta mostrar el lado más cruel y efímero del mercado del arte, del modo más irónico posible, sin llegar a ser crítico. Para ello, se ayuda de ciertos atributos del dibujo infantil, pero con claras influencias de Picasso y Matisse.

Elegidos para la gloria

En esta obra, que da título a la exposición, siete jóvenes artistas se muestran satisfechos de sentirse elegidos, felicidad efímera que se repite en otros lienzos de gran formato de Matías, maestros rodeados de sus asistentes-aduladores, con máscaras amorfas y grotescas que muestran una sonrisa falsa e hipócrita y no son más que siervos del mercado y de sus intereses.

Fuera de este elenco de elegidos, se encuentra El autobús de los Zurdos, siempre entendiendo el sentido diestro como aquel que personifica la rectitud común.  Los “zurdos”, una serie de retratos de pequeño formato, representan muchos de ellos a artistas automarginados que en un momento de su carrera, se distanciaron de este traidor, falso e inconsciente mundo del arte que este artista recrea.

Ojos desiguales, cabellos de colores estrambóticos, dedos exageradamente alargados, orejas desequilibradas o narices imposibles, son las características de los personajes que pueblan las pinturas de Matías Sánchez, sus Elegidos para la gloria. Tendría sentido aceptarles como héroes -afirma Fernando Francés, el director del CAC Málaga-  si no fuera porque algo perverso y maquiavélico predispone al espectador ante tal situación. Hay mucha controversia en la obra de Matías, mucho engaño, anzuelos con sabrosa carnada dispuestos a ser devorados por incautos espectadores. Lo puedo imaginar disfrutando con cada trampa planteada, con cada falacia exquisita e inteligentemente diseñada”.

 

Obra repleta de color

Nacido en Alemania (1972), pero formado como artista en Sevilla, la pintura de Matías, uno de los artistas expresionista más representativo del arte emergente español, está repleta de color, textos e iconos contemporáneos, que difícilmente dejará indiferente al espectador.

El artista, que vive y trabaja en Sevilla, ha expuesto su obra en galerías de todo el mundo, como en la Christopher Cutts Gallery de Toronto o en la Galerie Vostell de Berlín. Recientemente ha sido uno de los jóvenes creadores cuyas obras han podido verse en la Scope Basel 2009 en Basilea, Suiza, dentro del marco de Art 40 Basel.