La muestra ha sido comisariada por el especialista Werner Spies y reúne los 184 collages originales que componen Une semaine de bonté, realizados por el autor surrealista en 1933, un auténtico manifiesto del surrealismo.
Obras inéditas
Estas obras se expusieron una única vez tres años después de su creación entre marzo y abril de 1936, en Madrid, y desde entonces habían permanecido como uno de los secretos mejor guardados de la historia del arte.
Entre 2008 y 2009, estos collages pudieron contemplarse en una itinerancia europea en el Museo Albertina en Viena, el Museo Max Ernst en Brühl, la Kunsthalle en Hamburgo, la Fundación Mapfre en Madrid, y el Musée D’Orsay en París. Asimismo, la exposición pudo visitarse en el Museo de Arte de São Paulo Paulo (MASP) y terminarán su breve periplo latinoamericano en México DF.
Los collages que conforman Une semaine de bonté son una de las principales obras sobre papel realizadas en la década de los 30 del pasado siglo XX y con ellos el Surrealismo alcanza uno de sus puntos culminantes. La capacidad de Ernst de crear un universo y una mirada propia, distinta y singular, lo convierte en uno de los artistas de referencia en el siglo XX, y también en uno de los más complejos y cambiantes a lo largo de toda su trayectoria.
Cumbre del surrealismo
Con estos collages, Max Ernst rompe las fronteras entre géneros y técnicas y convierte Une Semaine de Bonté en una de las cumbres del movimiento que abandera, pero ataca soterradamente a todos aquellos que consideraban entonces el surrealismo como un movimiento esencialmente literario. Armado con unas tijeras, Ernst, recorta, utiliza y desmenuza las populares novelas folletinescas del siglo XIX y convierte lo que era entretenimiento en subversión.
México DF. Max Ernst. Une Semaine de Bonté. Museo Nacional de Arte de México (MUNAL [1]).
Hasta el 17 de octubre de 2010.