La muestra dedica una atención especial a las obras realizadas durante su estancia en Sa Calobra (Mallorca), en donde el intenso cromatismo convierte los escenarios naturales en fuentes de energía, osada exploración artística y diálogo con los lugares en donde transcurrió su vida.
La exposición, fruto del intenso trabajo de investigación del crítico e historiador Francesc Miralles y su equipo, consta de 80 obras en las que se alternan las piezas más maduras del artista con otras inéditas para el gran público.