En la instalación de Silos se invita a los espectadores a reflexionar sobre estructuras de creencias fundamentales que sustentan la vida. Para la parte complementaria de ctrl en el Museo Reina Sofía el artista polaco ha transformado dos estancias de ladrillo abovedadas situadas en el sótano del Museo, de forma que recuerda a mazmorras que podrían estar relacionadas con las pinturas negras de Goya, en las que los locos y los enfermos eran confinados, o con las extrañas ruinas de Piranesi.
Miroslaw Balka (Varsovia, 1958) llegó a su madurez cuando ciertos sectores de su Polonia natal, sobre todo la Iglesia y el sindicato Solidaridad, empezaban a enfrentarse al régimen comunista que había dominado el país desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A mediados de los ochenta se graduó en la conservadora Academia de Bellas Artes de Varsovia con un corpus de obra que indirectamente hacía referencia a este turbulento contexto sociopolítico. Pronto seguiría un repertorio de esculturas figurativas, entre las que se incluía Black Pope and Black Sheep, 1987.
Los senderos del pasado
A principios de los noventa, mientras se propagaba un clima más liberal y democrático, la obra de Balka sufrió un marcado cambio. Una iconografía abstracta relacionada con el cuerpo a través de medidas y proporciones reemplazó la imaginería representacional que había desarrollado previamente. Aunque el espacio, como los objetos que lo habían ocupado antes, se convirtió en su preocupación principal, su interés se mantuvo invariable: sobre todo, su perspicacia para discernir las vías en que la historia configura y gobierna el presente.
A partir de su percepción del peso de la historia como inevitable, su obra está imbuida de valores cambiantes. «Todos los días camino por los senderos del pasado. El tiempo contemporáneo no existe», dijo en una reciente entrevista.
Burgos y Madrid. Miroslaw Balka. ctrl. Monasterio de Santo Domingo de Silos [1] y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía [2].
Del 26 de noviembre de 2010 al 25 de abril de 2011.