Con más de 20 años de historia, la Asociación se presenta más joven que nunca. Una actitud necesaria para sobrevivir, según sus responsables. «O te radicalizas o desapareces», aseguran los galeristas. Lejos del pesimismo, los galeristas quieren reivindicar el buen momento del arte contemporáneo en la ciudad, reflejado en una mayor presencia de sus galerías en mercados internacionales como Brasil, China o India. Gracias a su empuje los artistas han encontrado espacio en mercados más allá de nuestras fronteras.
Compromiso con la ciudad
Junto a este impulso globalizador, la Associació «no olvida su compromiso con Barcelona como centro de creación, una idea que ha guiado nuestros pasos desde los inicios», explica Carlos Durán, su presidente.
Para esta temporada, sus 24 galerías muestran una programación ecléctica que va desde el Pop Art de Mel Ramos, expuesto en la galería Senda, a las imágenes sobre conflictos del siglo XX de Francesc Torres, en Raíña Lupa Galeria Ediciones. También se expondrán obras del pintor cántabro Juan Uslé, del fotógrafo Randy H. Goodman y Antoni Amat, entre otros.
Con la nueva temporada, la Associació Art Barcelona ha querido unirse a la Fundación Pequeño Deseo, una ONG que lucha por proporcionar una alegría a niños y niñas que padecen enfermedades crónicas o de mal pronóstico. En esta ocasión, cada una de las galerías ha donado una de sus obras para recaudar fondos y conseguir así cumplir el máximo número de deseos de estos niños.