La pinacoteca, que tiene su origen en la colección de arte del magnate del petróleo Algur H. Meadows y que alberga lienzos de Velázquez, Zurbarán, Ribera, Goya o Picasso, reconoce en su web la existencia de dicha investigación y que esta corre a cargo de la Fundación Monuments Men –dedicada a la identificación de obras expoliadas por la Alemania nazi– y la Universidad Southern Methodist, donde está radicada la pinacoteca. En esta labor también trabajan expertos de Londres y París.
Precisamente, fue dicha fundación quien hizo públicas sus dudas sobre la procedencia de los dos lienzos. Su director, Robert Edsel, descubrió, durante los trabajos de investigación de un libro que estaba preparando, una vieja fotografía de los retratos de las patronas de Sevilla en la que aparecía una inscripción en sus marcos similar a las que los nazis utilizaban para identificar las obras requisadas a las familias judías.
Verificar la cadena de propietarios
“Estas obras no son sólo tesoros de la civilización, sino que también son representativas de familias que perdieron sus vidas y a las que se les robo todo”, explicó Edsel.
En concreto, la inscripción marcada en la parte inferior del marco de Santa Justa es ‘R1171’, es decir, la pieza número 1.171 de las más de 6.000 que fueron sustraídas de la colección francesa Rothschild.
Curiosamente, la gran mayoría de obras de Murillo dispersas por los museos del mundo proceden de otro expolio anterior: el robo masivo [1] de sus cuadros realizado por las tropas francesas del mariscal Soult durante la Guerra de la Independencia.
El museo trabaja ahora en verificar la cadena de propietarios de las pinturas y ha contratado a expertos en Londres y París para que revisen los documentos alemanes y den con los dueños originales. Al parecer, tras el fin de la guerra, las obras fueron devueltas inicialmente al Estado francés, pero se intenta averiguar si éste las devolvió a la familia Rothschild antes de que el museo texano las adquiriese.
Amante del arte español
Algur H. Meadows [2] desarrolló un interés en el arte durante las frecuentes visitas que realizó a España durante la década de 1950, cuando pasó largas tardes en el Museo del Prado. Meadows comenzó a coleccionar arte español y su colección ha crecido hasta convertirse en una de los mejores –si no la mejor– fuera de España, incluyendo numerosas obras de nuestro Siglo de Oro pero también de Goya, Sorolla, Fortuny, Picasso o Juan Gris.
Precisamente en estos momentos el Meadows Museum acoge la exposición Royal Splendor in the Enlightenment: Charles IV of Spain, Patron and Collector, una muestra [3] dedicada a un monarca que destacó en su época por ser el mayor mecenas de las artes decorativas y que viene de exhibirse en el Palacio Real de Madrid.