Las ocho pinturas de Ángel Orcajo que forman la exposición son en realidad un solo cuadro. Se trata de una instalación, junto a las fotografías de su hijo, para un lugar concreto. Se han seleccionado de su producción última, pensando en el espacio en que se presentan. Pretenden, además de cargar de mayor significación a este espléndido interior, propiciar un diálogo con él.
Arquitecturas-erizo
Hay un aspecto en la arquitectura de Fernando Higueras muy destacable. Él lo llamaba algo así como arquitecturas-erizo. Era una de sus múltiples obsesiones, de la que hablaba de vez en cuando. Decía que en la naturaleza viva rara vez existen aristas y ángulos agudos, y que cuando se dan es el exterior protegiendo interiores blandos, “ningún ser vivo tiene aristas más que en los dientes y en las uñas”.
En consecuencia planteaba una arquitectura erizo, edificios con una imponente coraza exterior y con un interior amable, suave… suavizado aún más por la luz y la vegetación, edificios con aristas, con espinas, con púas en el exterior y con un interior blando y redondeado.
El mayor de todos los erizos de Higueras, seguramente el más significativo de sus edificios, es el Instituto del Patrimonio Cultural de España, el centro de su arquitectura, el gran erizo. El gran erizo guarda ahora en su interior un tesoro. Las ocho enormes pinturas que forman la exposicion Orcajo. Monumentos, Arquitecturas y Miradas. El Espectáculo del Drama no sólo ponen una nota de color en su enorme vientre luminoso.
Las ocho pinturas de Ángel Orcajo pretenden, además de cargar de mayor significación a este espléndido interior, propiciar un diálogo con él. Las obras pictórica y fotográfica dialogan con la arquitectónica comprendiéndola, conocedoras de su valor, sabedoras de su importancia, conscientes de encontrarse en el centro de un mundo, en el vientre vegetal de una arquitectura única.
Arquitectura y ciudad
La pintura de Orcajo siempre ha tenido por referencia a la arquitectura y a la ciudad. El espacio urbano ha estado presente en su pintura desde el comienzo de su actividad en los años sesenta. Los paisajes de autopistas, las perspectivas urbanas, los edificios de la modernidad, algunos a medio construir, etc. serán los temas protagonistas en las pinturas de los primeros tiempos.
Posteriormente esas autopistas y edificios, más múltiples máquinas y artefactos, invadirán el cerebro humano generando una serie inolvidable de cuadros-cabeza, quizás lo más reconocible de su trayectoria, que buscaban manifestar las contradicciones entre el hombre y su entorno. Ciudad, arquitectura, maquina y hombre (el hombre social, el hombre urbano), seguirán siendo sus temas.
Esta exposición está formada por ocho pinturas de la última etapa de Orcajo, más las fotografías de Pablo Orcajo, más el espacio arquitectónico de Fernando Higueras. Se trata de una instalación que se adjetiva como meditativa. Los cuadros cierran el espacio circular del centro del edificio y son observados desde el suelo por múltiples miradas. Los monumentos se encuentran en los cuadros y también fuera de ellos, (en un plano conceptual, dentro del propio edificio).
La arquitectura de los cuadros dialoga con la del edificio, edificaciones circulares dentro de un edificio circular. Y las miradas están por todas partes, ocupan todo el espacio, las de los protagonistas de las pinturas, la que se intuye analítica y organizadora del caminante, los cruces visuales de cuadro a cuadro, las explícitas de los rostros fotografiados, y, sobre todo, las de los espectadores, miradas dinámicas desde distintos planos de observación.
Madrid. Orcajo. Monumentos, arquitecturas y miradas. El espectáculo del drama. IPCE.
Hasta el 9 de julio de 2009.
Comisario: Alberto Humanes Bustamante , arquitecto del IPCE.