Desde sus comienzos, el trabajo de Pablo Armesto ha mantenido intactas ciertas constantes que confluyen con las tesis del llamado arte público, sin renunciar a otras disciplinas, capaz de aportarle ideas y mantener un férreo compromiso con los tiempos y un alto grado de calidad plástica en cada trabajo. Confía en la capacidad del arte para articular respuestas, conferir significados estéticos y funcionales al contexto y cargarlo de especificidad.
Estudio de la luz
La arquitectura y la luz suelen estar presentes en sus creaciones, con mayor o menor evidencia. En ese afán por hacer converger biología, historia y tecnología, tradición y contemporaneidad, memoria y lugar, suele emplear la idea de camino como metáfora de vida, eje central de estas experimentaciones donde también subyacen argumentos filosóficos y simbólicos.
La investigación basada en formas lumínicas lleva presente en su trabajo desde el año 2000, cuando presentó sus primeras exposiciones individuales. Desde entonces, la luz continúa para él siendo objeto de estudio y compartiendo protagonismo con el grabado, el color y el volumen. Es precisamente esa Luz Blanca que da título a esta exposición concebida para la galería Marlborough.
Sutiles manchas de color
Las fronteras entre estos elementos se desarticulan fundiéndose por medio de sombras, a través de sutiles manchas de color o jugando con la levedad y la armonía de las gamas blancas. Esa materia dominante potencia el silencio y evoca la pureza del conjunto. Se trata, en fin, de una transmisión apacible que no se ciñe únicamente a la superficie de las obras, sino que genera en su entorno un universo mágico y trascendente. El blanco posee facultades oníricas y permite lecturas más abiertas, generando una escenografía donde el espectador se incluye, arribando a la sala como un espacio distinto, de formas infinitas, serenas y sosegadas. El conjunto crea unos efectos atmosféricos livianos, que contagian e irradian energía.
Las piezas, concebidas generalmente para la pared, tienen un carácter marcadamente escultórico, y están trabajadas a modo de relieves y bajorrelieves donde las formas, el color y la luz parecen levitar. La luminiscencia se consigue mediante neones, fluorescentes, leds y fibra óptica. Los materiales son madera y metal, lacados en blanco, con una textura sedosa y suave que agradece ese juego de claroscuros. La luz no es algo representado, como en la pintura, ni tampoco un elemento exterior, sino que está literalmente incorporada como tal, con una función propia, constructiva y expresiva. La pureza del blanco, o “cómo sacar luz de la nada”, o como “arrojar la luz” son algunos intereses que se desprenden de este nuevo proyecto expositivo de Pablo Armesto.
Escultura y espacio público Pablo Armesto (Schaffhausen, Suiza , 1970) reside y trabaja en Asturias. La mayor parte de los premios y becas que ha recibido están relacionados con la escultura y la intervención en los espacios públicos, a través de intervenciones sitespecific. Entre los más destacados están la Beca Museo Barjola (2009), Beca Antón (2008), Beca de producción Extensiones, anclajes (Laboral Centro de Arte, 2007), Beca de Producción OOH (Fundación de Cultura de Gijón, 2006), Beca FIB-Art (Benicassim, Castellón, 2005) y Beca AlNorte (Gijón, 2005). Entre sus exposiciones individuales destacan las tituladas Los umbrales del tiempo (Fundación de Cultura de Gijón, 2001), Punto de encuentro (Espacio Astragal, 2004), Luz interior (Galería Espacio Líquido, 2005), El cabañu (Museo Antón, 2009), Dentro, la lluvia (Museo Barjola, 2009) y Líneas de luz (CCAI, 2010). Algunos de sus trabajos en el campo del arte de las nuevas tecnologías multimedia e instalación, como el titulado Secuencias 24, han sido expuestos en museos como el ZKM de Karlsruhe (Alemania, 2009) o Laboral (Gijón, 2008), a través de la exposición transnacional Banquete, nodos y redes. Ha formado parte de importantes proyectos como ¿Qué Arte? Discursos sin fronteras – 400 Aniversario de la Universidad de Oviedo (Banco Herrero, 2008) y Arte AlNorte (Centro Cultural Cajastur Palacio Revillagigedo, 2008). En 2007 participó en el Festival Intercéltico de Lorient (Francia) dentro del proyecto Identidad y Memoria. Ha participado en numerosas colectivas, como el Certamen Nacional de Arte de Luarca o la Muestra de Artes Plásticas de Principado, en salas institucionales de Salamanca, Madrid y Bruselas. Su obra ha sido adquirida por organismos públicos y privados como el Gobierno del Principado de Asturias, Cajastur, la Consejería de Cultura del Principado, El Corte Inglés y la Junta del Puerto de Gijón. Tiene esculturas instaladas de forma permanente en el Parque de Esculturas de Candás (Carreño, Asturias) y los Jardines del Príncipe del Real Sitio de Covadonga (Cangas de Onís, Asturias). |
Madrid. Pablo Armesto. Luz blanca. Galería Marlborough [1].
Del 15 de septiembre al 22 de octubre de 2011.