Organizada conjuntamente por el Museu Picasso y el Cau Ferrat de Sitges, la exposición permite por primera vez contemplar las fuertes conexiones entre los dos artistas a partir de las tesis desarrolladas por el comisario Eduard Vallès en su reciente publicación Picasso i Rusiñol. La cruïlla de la modernitat (Consorci del Patrimoni de Sitges, Barcelona 2008).
Dos artistas que se cruzan
Los dos artistas se cruzaron en un momento en que sus respectivas carreras estaban en transición: Picasso estaba saliendo de la tutela académica –de su padre y de las escuelas de Bellas Artes– y Rusiñol era un artista consagrado pero no el referente de modernidad que había sido en el pasado. Rusiñol era, cuando Picasso llegó a Barcelona, uno de los artistas más reconocidos. En este sentido, algunas de las temáticas que abordó el joven Picasso tenían su origen en propuestas de las que Rusiñol había sido el pionero. Picasso versionó incluso algunas obras del catalán demostrando así el seguimiento que hacía de su obra.
La gran atracción que Picasso sintió toda su vida por la obra de El Greco se inició, justamente, alrededor de la fecha en que Rusiñol encabeza la reivindicación de su figura. Además, Rusiñol fue también uno de los primeros coleccionistas de obras de Picasso y, por lo tanto, uno de los primeros a darse cuenta de su valor. Algunas de estas obras se conservan en el Cau Ferrat de Sitges, el museo particular que creó Rusiñol y que Picasso visitó en diversas ocasiones, tanto en la juventud como ya en su madurez. De hecho, durante los años 60 el malagueño realizó unas muy poco conocidas ilustraciones libres sobre la obra más célebre de Rusiñol, L’auca del senyor Esteve, que también forman parte de esta exposición, demostrando así que la vinculación entre los dos artistas fue más allá de los años barceloneses de Picasso.
Más allá de los años barceloneses
Esta muestra, que reúne 160 obras entre pinturas, dibujos, grabados, fotografías y documentos, es el resultado de la línea iniciada por el Museu Picasso dirigida a revisar los discursos sobre Picasso, en este caso, los relacionados con sus años barceloneses. En este sentido, la investigación llevada a cabo para la exposición ha permitido ahondar en el estudio de los fondos del Museu y realizar descubrimientos de gran importancia.
Además, el cierre por reformas del Museu Cau Ferrat ha permitido mostrar en Barcelona, de manera excepcional, una parte importante de los fondos de la que fue residencia veraniega de Santiago Rusiñol y templo de su ideario de Arte Total. Este museo acoge una importante colección de pintura de Rusiñol y de los artistas que, como él, preconizaban un arte moderno: Casas, Utrillo, Clarasó, Mas i Fondevila, Regoyos, Zuloaga, Picasso, Pitchot o Anglada Camarasa.
En definitiva, Picasso versus Rusiñol examina el rol que Santiago Rusiñol jugó en
la formación de Picasso y analiza, por primera vez y a la luz de las
últimas investigaciones, el proceso de imitación, absorción y posterior
superación de Picasso hacia la figura de Rusiñol.
Barcelona. Picasso versus Rusiñol. Museo Picasso [1].
Del 28 de mayo al 5 de septiembre de 2010.
Comisario: Eduard Vallès.