Estas 19 estampas de los siglos XVII, XVIII y XIX, junto con una selección de obras del artista, forman el núcleo central de una muestra que incluye en total 102 piezas, presentan paralelismos con dibujos y grabados de temática erótica realizados por el pintor, estableciéndose un diálogo abierto, tanto con respecto a soluciones compositivas similares, como por el tratamiento formal utilizado a la hora de describir el desnudo femenino y de explorar el deseo masculino y el acto amoroso.
Un ejemplo es una de las estrellas de la muestra, el grabado Buceadora y el pulpo, de Katsushika Hokusaki, que Picasso versionó en 1903 y que forma parte del primer ámbito de la exposición, donde se explica el ‘japonismo’ y su influencia en los artistas europeos de la época.
Aportación inédita
En definitiva, la exposición supone una aportación inédita por parte del museo al conocimiento de la obra, los intereses y las fuentes de referencia del artista, y abre nuevas vías de búsqueda por dotar su obra de contextos que permitan una nueva y mejor interpretación.
Si bien toda la obra de Picasso está imbuida de erotismo y sensualidad, se puede considerar que en dos períodos, el de sus inicios (1900-1908) y el final (1964-1972), el artista se dedicó de una manera más intensa a los temas eróticos explícitos. Si en el primer período realiza apuntes y dibujos que son más próximos a las estampas japonesas que a la iconografía occidental, en el segundo los grabados presentan una variedad de encuadres, de perspectivas y de técnicas de representación que, como sucede en las obras de los maestros japoneses, confieren tal fuerza a las imágenes representadas que hacen que el espectador se convierta en el voyeur a quien está destinada la escena.
Imágenes secretas A través del tiempo, los grabados eróticos japoneses se han conocido bajo diferentes nombres: shunga, makura-e, warai-e. Uno de estos términos fue también el de higa, que significa “imágenes secretas”. Con el fin de establecer un diálogo sugerente, en esta exposición se han seleccionado algunos de los grabados eróticos del mismo Picasso y obras de diferentes autores, japoneses y occidentales, que aproximan al fenómeno de la difusión del arte japonés en Europa y nos revelan cuáles fueron los vínculos entre este arte y la obra picassiana. |
Barcelona. Imágenes secretas. Picasso y la estampa erótica japonesa. Museo Picasso [1].
Del 5 de noviembre de 2009 al 14 de febrero de 2010.
Comisarios: Ricard Bru y Malén Gual.