Hasta el momento, las obras que entraban en el Reino Unido procedentes de Europa podían ser retiradas de los depósitos aduaneros por un período de tres meses – que muchas galerías lograban ampliar devolviendo las obras a los almacenes durante 24 horas para comenzar otro nuevo ciclo – lo que permitía a las galerías montar exposiciones, mostrarlas a clientes o consultar con especialistas en restauración, sin pagar impuestos de importación.
Pero ahora, los funcionarios de aduanas han comenzado a enviar a los galeristas instrucciones que aplican de forma más rigurosa estos procedimientos, de modo que les está resultando mucho más difícil ampliar el plazo oficial de tres meses.
Cumplimiento de la ley
Oficialmente, no se trata de una nueva legislación. Según explicaba un profesional del sector «El Servicio de Aduanas no está cambiando la ley sino exigiendo su cumplimiento con más rigor, aunque va a reducir la flexibilidad de las galerías. Ahora bien, si las galerías desean ampliar el período más allá de tres meses, deberán utilizar la el sistema de ‘admisión temporal’ No es una ninguna nueva invención, pero es más caro”.
El impuesto de importación sobre obras de arte es actualmente del 5% sobre el valor de la obra. En el marco del sistema de admisión temporal, las galerías deberán demostrar que o bien tienen el efectivo disponible en depósito, o la suma está respaldada por un aval bancario.
Por su parte, el Servicio de Aduanas minimiza el problema. «No hay cambios en la ley. Esto es simplemente una aclaración después de los numerosos problemas que se han producido con las garantías de los depósitos aduaneros», declaraba Jan Marszewski, jefe de prensa de HM Revenue and Customs. «Los problemas se deben a las diferencias en la interpretación que HMRC hace del procedimiento de traslado temporal y la que hacen los comerciantes, por esa razón se solicitó una aclaración a la Comisión Europea.»
Desacuerdo general
Sin embargo, los profesionales no están de acuerdo, sino que consideran que las medidas van a afectar muy negativamente al sector y se convertirán en una razón más para que el mercado de arte se traslade a otros lugares. Iwan Wirth, director de la galería Hauser & Wirth, con tiendas en Londres, Nueva York y Zurich, comentaba: «Esto debilitará seriamente la posición de Londres como centro internacional de arte. Es extraordinariamente fácil hacer negocios en Nueva York, Hong Kong, Singapur o Suiza, por lo que esos lugares se beneficiarán. Simplemente significa que habrá menos arte grande en Londres.»
La cantidad de dinero o bien el número de líneas de crédito necesarias para organizar un régimen de admisión temporal es lo que está causando más problemas en particular. La necesidad de disponer de esta liquidez o de avales bancarios va a reducir sin duda el volumen de negocios real del comercio de arte del Reino Unido.
Habrá menos dinero disponible para comprar y vender obras de arte, opinan los galeristas, que saben muy bien que no es nada fácil conseguir de los bancos las sumas de dinero tan elevadas que precisa una buena obra de arte. Uno de ellos comentaba: «Para una obra tasada en 20 millones de libras se necesita una garantía de al menos 1 millón. A esto hay que añadir los gastos bancarios. ¿Que banco va a prestar eso? Es ridículo.»