La actuación ha consistido en retirar la capa de yeso y solucionar los problemas de pérdidas de capa pictórica para restituir el valor estético e histórico de las pinturas, datadas entre los siglos XV y XVI. Con estas operaciones se ha podido recuperar el cien por cien de la policromía de la obra, de 24 metros cuadrados. El tercio inferior de las pinturas no se ha conservado, probablemente desde la Guerra Civil, época en que se utilizó el templo como almacén.
La restauración ha incluido la eliminación de revoques, la limpieza de la capa pictórica, la consolidación de los materiales, la reintegración matérica y cromática y una protección final. Los criterios de intervención que se han aplicado han sido los de respeto a la obra original, mínima intervención y reversibilidad de los materiales utilizados.
La iglesia de Santa María de Requena data del siglo XIV y guarda elementos de estilo gótico isabelino y barroco. Está protegido por el máximo nivel de salvaguarda, ya que está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y Monumento Nacional desde 1931.
Su fachada es la pieza más destacada del conjunto, que actualmente no se dedica al culto, sino a actividades culturales tras su restauración. Se trata de la mayor de las tres iglesias de Requena, que conserva un rico patrimonio histórico de todas las épocas.