La estatuilla de caliza y de siete centímetros de altura, afianzada en una base de alabastro, representa al rey vestido con una corona de color azul mientras sujeta una mesa de ofrendas. Con la recuperación de esta escultura ya son cuatro las piezas devueltas al Museo, del que ocho antigüedades fueron robadas durante las protestas.
El 28 de enero, mientras miles de manifestantes reclamaban la salida de Mubarak desde una plaza cercana, un grupo de saqueadores consiguió trepar por una escalera de incendios del museo, rompió varias ventanas del techo y se descolgó dentro con cuerdas.
Este miércoles, la UNESCO había alertado a galeristas, marchantes de arte y coleccionistas para que intensificasen la vigilancia tras los actos de pillaje registrados en Egipto.