Las tres instituciones consideran el centro como «uno de los grandes proyectos estratégicos de esta ciudad, de este territorio y de este país». Tabakalera se convertirá en un nuevo espacio urbano de cultura, trabajo, aprendizaje y ocio. Un punto de encuentro que responderá al nuevo concepto de cultura en la era digital, donde las disciplinas se cruzan, la ciudadanía participa y la sociedad funciona en red. Los principales retos de esta nueva etapa serán «impulsar la creación y la innovación, experimentar y compartir el conocimiento». En resumen, Tabakalera se consolida como centro de cultura contemporánea especializado en el audiovisual y, por lo tanto, su núcleo central y prioritario serán los servicios más directamente relacionados con este tipo de creación.
Además, el centro ofrecerá apoyo y recursos a los creadores, facilitando la fertilización y desarrollo de sus ideas. Será un espacio en que las industrias podrán experimentar, encontrar talento y líneas de negocio. Para la ciudadanía en general constituirá un lugar de encuentro creativo y de interacción donde participar en actividades diversas, con espacios de aprendizaje y documentación, exhibición y debate.
Núcleo del proyecto
Como centro de producción, contará con laboratorios de creación y experimentación que funcionarán como catalizadores de ideas en proyectos, a través de equipos transdisciplinares y metodologías de aprendizaje asociado a la práctica, “aprender haciendo”. Asimismo, contará con proyectos en residencia, donde creadores, colectivos e industrias desarrollarán trabajos de investigación y producción vinculados a la cultura visual.
La columna vertebral de los servicios para el conocimiento la conformará la mediateca, que contará con fondos y servicios especializados en temática audiovisual y de lectura pública contemporánea, respondiendo a las necesidades de acceso y uso de la información en la sociedad 2.0. Por otro lado, la formación será una línea de trabajo fundamental del Centro, que ofrecerá recursos para el aprendizaje con los que afrontar la transformación del sector audiovisual y de la cultura contemporánea. Una formación que se diseñará en colaboración con agentes del entorno, y que incluirá programas formativos de alto nivel en medios audiovisuales y multimedia.
Finalmente, los programas de exhibición e intervención –exposiciones, programación audiovisual, eventos musicales y escénicos, etc.– mostrarán y enriquecerán los contenidos del centro, ayudarán a descubrir las manifestaciones de la cultura audiovisual y contemporánea y facilitarán la implicación de públicos y comunidades.
Todos estos servicios girarán en torno al eje central y prioritario del proyecto: el centro de creación audiovisual, también denominado corazón del proyecto. Este núcleo central lo componen los servicios destinados a la producción y al conocimiento y tiene como principal objetivo explorar nuevos formatos y oportunidades del audiovisual en la era digital y convertir al centro en referencia internacional. Desde este eje se desarrollarán los principales servicios y programas de Tabakalera, fortalecidos por las actividades de exhibición.
Redimensionamiento
El proyecto [1] de los arquitectos Jon y Naiara Montero, que resultó ganador del concurso de renovación arquitectónica llevado a cabo en 2008, sufrirá algunas modificaciones debidas al redimensionamiento, pero siempre manteniendo sus líneas básicas. El proceso de redimensionamiento ha perseguido dos objetivos principales: reducir el coste de la obra y liberar espacios para destinarlos a otros usos de manera que pueda aumentarse el ratio de autofinanciación del centro.
El coste previsto para la renovación arquitectónica, incluyendo además de la obra, el proyecto ejecutivo, licencias, seguros, equipamiento, urbanización de la parcela, etc. ha sido reducido en 5 millones de euros (pasando de 75 a 70 millones). Además, las instituciones deberán aportar 7 millones de euros menos de los previstos inicialmente, como consecuencia de la partida destinada a Tabakalera en los presupuestos generales del Estado.
En cuanto a la distribución de los espacios del edificio, los espacios liberados o “espacios de oportunidad” ascienden a 6.841 metros cuadrados. En el proceso de redimensionamiento se han liberado 5.564 metros cuadrados más de los previstos anteriormente, a través de varias operaciones, como eliminar el auditorio –convirtiendo el cine pequeño en polivalente–, optimizar las zonas comunes y renunciar al espacio destinado para posible crecimiento.
El proyecto mantiene prácticamente la totalidad de los espacios planteados en el proyecto inicial: cines, salas de exhibición, zonas de producción, laboratorios, aulas de formación, la mediateca y zonas comunes polivalentes, de ocio y restauración. Tal y como estaba previsto, el edificio acogerá también al Instituto Etxepare y la Filmoteca Vasca.