Con esta decisión, se refuerzan y amplían los contenidos del Museo, vinculados al arte religioso, y se conectan con la historia universal de las artes plásticas, así como con la tradicional vocación didáctica del Museo Nacional de Reproducciones Artísticas. Asimismo, el Museo Nacional de Escultura incorpora un nuevo conjunto arquitectónico: el formado por la iglesia de San Benito el Viejo y la Casa del Sol [1], que es donde la colección de reproducciones se va a exponer a partir de mediados de noviembre. Las obras de adaptación del conjunto se han iniciado ya con el fin de consolidar el edificio e incorporar la tecnología de conservación necesaria para acoger a los nuevos fondos.
Hito cultural
Con esta incorporación, serán tres las tres sedes del renovado Museo Nacional de Escultura, un verdadero hito cultural no sólo en Valladolid, sino en el panorama museístico nacional: el Colegio de San Gregorio, donde se expone de forma permanente la colección de arte religioso del museo; el Palacio de Villena, destinado a exposiciones temporales, actividades educativas y programas públicos; y la Casa del Sol, que albergará ahora a la colección de reproducciones.
Este acuerdo permite, además, resolver una necesidad planteada desde hace nueve años: la reapertura al público de las colecciones del Museo Nacional de Reproducciones Artísticas, cerrado desde 2002.
La colección del Museo Nacional de Reproducciones Artísticas, formada a partir de 1877, está integrada por reproducciones de alta calidad en yeso de esculturas fundamentales de la historia del arte conservadas en el Museo del Louvre, el British Museum y los museos berlineses, entre otros. Esta colección tiene, por lo tanto, un gran valor documental, educativo y patrimonial, y pone de manifiesto la importancia histórica de las copias en la difusión del conocimiento de la Antigüedad y en la constitución de las colecciones principescas y de los museos públicos.
Ámbito reforzado
La suma de estos dos museos históricos hace que también se refuerce su ámbito de acción cultural, sus líneas de investigación y sus programas públicos sobre la escultura, más allá de sus límites cronológicos y espaciales, tanto desde el punto de vista histórico, como estético y crítico.
Todo esto permitirá, además, integrar al ya Museo Nacional de Escultura en la red AICPM (International Association for the Conservation of Plaster Cast Collections), potenciando así su presencia en la redes científicas internacionales.
Por último, Cultura ha decidido incorporar al Patronato del Museo a la Universidad de Valladolid y la Diputación Provincial, con el objetivo de implicar en su gestión a todas las instituciones y los ámbitos de la sociedad civil.