«Esta serie surgió –explica De la Concha– como una suerte de experimento, donde quería ver qué tipo de retrato resultaría manteniendo la atención en una conversación con el modelo mientras lo pintaba, y constreñida la pose a dos horas de duración. Cada uno fue una aventura impredecible, tanto la conversación como el resultado del óleo. Cuando retraté a Antonio Pereira el 11 de mayo de 2008, un año antes de su fallecimiento, comencé la conversación pidiéndole que me permitiera cometer anacolutos. Me refería a una de sus historias, donde un capitán prohíbe cometerlos. Antonio Pereira reaccionó con un gesto alegre de sorpresa y exclamó: «¡Ah, has leído mis libros!».
Anocolutos de ambos tipos
Un anacoluto es una incorrección sintáctica, una falta en la secuencia lógica dentro de una oración. De por sí es un error, y común tanto en el lenguaje hablado como en el monólogo interior. Pero también, y precisamente por eso, se puede considerar un recurso retórico con efectos expresivos. Este cambio irregular en la sintaxis provoca una oración asimétrica. De hecho «anacoluto» significa en griego «que no sigue», «sin conclusión».
Una trascripción literal de estas conversaciones con los modelos, como es natural dada su espontaneidad, incurriría en constantes anacolutos. Ahora bien, en la definición de esta palabra también se puede encontrar una metáfora de lo que estas pinturas ofrecen. «Porque incurrirán inevitablemente en lo que se podría etiquetar como ‘anacoluto pictórico’. Y como en el lenguaje, habrá errores, tanto en su simetría, como en su carácter incompleto. Lo que se podrá considerar, si bien como una incorrección formal, también como una forma de expresión», recuerda el pintor.
Un español en Iowa
En la exposición se pueden escuchar fragmentos de las conversaciones con un sistema de audio-guía. Las grabaciones completas, como las imágenes de los 50 retratos, están disponibles a través de Internet gracias a la Biblioteca Digital de la Universidad de Iowa.
Nacido en España, Félix de la Concha estudió en la Facultad de Bellas Artes de Madrid. Fue galardonado con el Premio de Roma y su obra ha sido expuesta en museos de todo el mundo, con exposiciones individuales en Europa y Estados Unidos. Vive en Madrid y Iowa City con su mujer, la poeta y profesora de la Universidad de Iowa, Ana Merino. Los dos colaboran juntos en numerosos proyectos, enfocando a menudo su trabajo académico en la coreografía de la narración.
Valladolid. Retratos con conversación. Cincuenta escritores con anacolutos. Museo Casa de Cervantes.
Del 13 de enero al 28 de febrero de 2011.