En este trabajo, la artista retrata a una serie de niñas que viven cerca de su casa en Lexington. En todas las imágenes se refleja la tensión en sus cuerpos, gestos y miradas, que supone la transformación de niña a mujer. Durante esos años, Mann realizó casi un trabajo sociológico en el que reflejó ese momento frágil de paso de la infancia a la madurez en el que se refleja también la sexualidad incipiente de sus protagonistas.
Transitoriedad de la vida
Los temas que Sally Mann fotografía abarcan tanto a sus hijos, animales, los alrededores de su casa, la mortalidad o la belleza del Sur profundo de los EE.UU., como a sus propios retratos o los de su marido, que sufre los estragos de una enfermedad por la que pierde masa muscular. Lo que es común a todos estos variados temas es la búsqueda y exploración de la transitoriedad de la vida.
Sally Mann creció en un ambiente artístico y liberal en el Sur rural y religioso de su país. Comenzó a fotografiar en el Instituto y continuó en la Universidad, donde estudió Escritura Creativa. Su trabajo ha tenido gran repercusión e influencia desde su primera exposición individual en la Corcoran Gallery of Art, Washington D.C., en 1977.
Tendencias antagónicas
La obra de Sally Mann refleja varias tendencias antagónicas de la fotografía contemporánea. Utilizando a su propia familia como material para sus fotografías, Mann podría pertenecer al grupo de fotógrafos documentales como Tina Barney o Larry Sultan. Pero la construcción de sus fotografías como ficción más que como hechos, con una narrativa conectando las imágenes, la acerca también a Cindy Sherman y a los posmodernos. Por último, el aspecto antiguo de sus fotografías la conectaría con los neopictorialistas. Como ellos, en sus fotografías es tan importante la evocación como la descripción.
En la serie At Twelve se encuentran todas estas características del trabajo de Sally Mann. En las imágenes hay tanto elementos preparados como espontáneos, tanto metafóricos como documentales, tanto enigmáticamente conmovedores como sin sentimentalismo. El resultado final es de una gran belleza, mostrándonos una fotografía sencilla sin estridencias ni artificios, que conecta con el espectador a través de imágenes cargadas de poesía.
Madrid. Sally Mann. La Fábrica Galería [1].
Del 13 de septiembre al 17 de noviembre de 2012.