Este viaje comienza con una delicada Madonna del siglo XV de Andrea Mantegna y termina con la fuerza del romanticismo de Turner, tras haber contemplado la maestría de artistas de la talla de Durero, Tiziano, Tintoretto, Miguel Ángel, Van Dyck, Caravaggio, Rubens, Murillo, Ribera o Ingres. Se trata, por lo tanto, de una ocasión única para que el público admire estas excepcionales piezas que abandonan temporalmente Suiza, de donde proviene la colección, y de donde sólo han salido en una ocasión anterior.

Tablas y lienzos

El grupo de las escuelas italianas está representado por 15 obras entre tablas y lienzos, además de dos esculturas. Destaca en este grupo la presencia del Ecce Homo de Tiziano, el más grande pintor italiano renacentista de la escuela veneciana, a la que también pertenece Tintoretto, de quien se podrá contemplar su Retrato de Magistrado, el más representativo de todos los que realizó.

Asimismo, está presente Mantegna, destacado artista de la escuela de Padua y con gran influencia en las posteriores de Venecia, Lombardía y Emilia, con la pieza Virgen y el niño.

Para ilustrar el Barroco italiano se ha seleccionado un impresionante óleo sobre lienzo de Caravaggio, La incredulidad de Santo Tomás, un fantástico exponente de su estilo caracterizado por su composición unitaria, los contrastes brutales de luz y sombra, y la atmósfera real que impresiona hondamente al espectador.

En escultura destaca el bronce Atropos, del polifacético Miguel Ángel, para quien este material no era ajeno, pero en el que tampoco se prodigó. De hecho, ésta es su única pieza en bronce conocida en la actualidad, de entre las varias documentadas por G. Vasari en el siglo XVI, y cuyos dibujos preparatorios acompañan a la escultura en la exposición.

Escuelas flamenca y holandesa

Las escuelas flamenca y holandesa están representadas por nueve pinturas de entre las que cabe destacar cuatro piezas de Rubens, principal pintor de la escuela barroca flamenca del siglo XVII, dos de ellas de gran formato, y dos lienzos de su alumno Van Dyck, uno de ellos el retrato Cabeza de hombre, género en el que fue un auténtico maestro.

Cuatro piezas ilustran el apartado dedicado al Barroco español. Se trata de obras de mediano y gran formato que abordan el retrato y la temática religiosa y mitológica, de los maestros Ribera, de la escuela valenciana, Murillo, de la escuela andaluza, y Claudio Coello, ampliamente influido por Velázquez.

El Romanticismo de finales del siglo XVIII y principios del XIX llega de la mano de la escuela francesa, de la que se muestra un retrato de pequeño formato de Ingres, ferviente defensor del dibujo y, aunque adscrito al neoclasicismo, claro exponente del Romanticismo en cuanto a los temas, además de contar con tres piezas de Prudhon, dibujante y pintor romántico francés, conocido principalmente por sus retratos y sus pinturas alegóricas.

Dos paisajes del gran maestro Turner, un óleo y una acuarela, ilustran el Romanticismo inglés y anuncian la posterior llegada del Impresionismo, ya inmersos en pleno siglo XIX.

El propietario de esta colección, Jean Zanchi, es un empresario suizo que atesora en el búnker de un antiguo banco 800 obras que empezó a coleccionar en los años 50 del siglo pasado.

 

 

Santiago de Compostela. Colección Zanchi. Grandes maestros. Sala de Exposiciones del Centro Social Caixanova.

Hasta el 16 de enero de 2011.