El dórico es el orden arquitectónico clásico que mayor sobriedad, equilibrio y simetría aporta a sus construcciones, unas características que garantizan la belleza pura, sin ornamentos superfluos, cualidades que se vinculan a la obra de Scully y, especialmente, a la serie Doric.
La muestra, además, incluye obras sobre papel y madera realizadas entre 2008 y 2012, y una serie que anticipa la anterior, realizada en los años 80. Se trata de acuarelas y dibujos realizados en una estancia veraniega del artista en la isla griega de Simi, donde se inspiró en la arquitectura, la luz y los colores mediterráneos. La exposición se completa con algunas obras pertenecientes a la colección del IVAM.
Cuna de la democracia
Citando al propio Sean Scully (Dublín, 1945), «la inspiración para Doric fue la forma arquitectónica que acompañó al nacimiento de la democracia. Atenas, siendo la cuna de la democracia y todo lo que la continuó en occidente, es a lo que he querido rendir homenaje. He querido expresar orden y humanismo».
El trabajo de Sean Scully es deudor de las influencias de Piet Mondrian, Mark Rothko y Henri Matisse. Aprendiz de tipógrafo, comienza sus estudios en la Central School of Arts de Londres, completando su formación en el Croydon College of Art de Londres, la Universidad de Newcastle y la Universidad de Harvard.
Desde 1970, y a partir de sus investigaciones en las ilusiones ópticas, la percepción del relieve a través de estructuras seriadas y la sensación de movimiento a partir de la superposición, Scully reduce su repertorio iconográfico a una serie de líneas, bandas y bloques que se han convertido en representativos de su trabajo. Agrupa estos elementos de su pintura en un orden alternativo y, además, construye sutiles disposiciones monumentales en las que el contraste entre figura y fondo está neutralizado.
Tratamiento del color
El tratamiento que realiza del color encierra todo un proceso artesanal: la superposición progresiva de finas capas impregnadas de pigmentos diferentes que se revelan por transparencia y ofrecen tonos únicos, de gran profundidad, confiriendo una calidez sensual a sus composiciones abstractas.
El tema central en su obra pictórica es el método de pintar: el artista construye una sucesión de gruesas capas de pintura que acumula para formar intrigantes efectos de color. Es un proceso pictórico que se puede reconstruir, en particular en los extremos de las bandas donde los colores contrastados se unen. La pintura se aplica en capas húmedas con movimientos verticales hacia arriba y abajo. La brocha sigue a la forma y el subrayar las capas ayuda a determinar el color final.
Ver dentro de la obra
La obra de Scully no tiene significados determinados o mensajes inequívocos sino que está abierta a todo tipo de proyecciones. El espectador tiene que ver «dentro» de la obra, tal y como el propio artista indica. Su pintura se relaciona con la realidad pero no está dominada por ella. El artista no trata, ciertamente, de retratar nada, y su obra permite asociaciones con paisajes y objetos.
Muchas de las obras de gran formato, a menudo consistentes en varios elementos, evocan recuerdos de fachadas, edificios y ornamentos. El principio de las series y el principio de la composición, la subordinación de las partes al todo, mantienen un equilibrio perfecto.
La exposición que presenta el IVAM, llega a Valencia tras su paso por el Museo Benaki de Atenas. Posteriormente viajará a la Hugh Lane Gallery de Dublín y al Museo de Arte Clásico de Mougins, Francia.
Valencia. Sean Scully. DORIC. IVAM.
Hasta el 28 de octubre de 2012.
Comisario: Oscar Humphries.