Carlos Alcolea, Chema Cobo, Carlos Franco, Luis Gordillo, Sigfrido Martín Begué, Herminio Molero, Guillermo Pérez Villalta, Luis Pérez Mínguez, Rafael Pérez Mínguez, Manolo Quejido y Javier Utray son los protagonistas de esta muestra que aborda el complejo entorno cultural y social del Madrid de finales del franquismo y primeros años de democracia.
Esta exposición contribuye a la definitiva inscripción historiográfica del grupo de artistas que formaban parte de la llamada Nueva Figuración Madrileña. La presentación de la exposición en Sevilla permite ampliar su alcance geográfico a otros públicos y territorios, que tendrán la oportunidad de conocer en profundidad lo que aquel momento significó, tanto desde el punto de vista social como artístico.
Período de Resurgimiento
Los años sesenta representaron, globalmente, un período de contestación y de resurgimiento de alternativas en el ámbito político, social y cultural. En España se intuía el fin de la dictadura y se vivían momentos agitados en los que se manifestaba un intento de actualizar los discursos y formatos culturales del país. No obstante, esta actualización se vio dificultada por la acotación (censura) del pensamiento por parte del oficialismo político.
Aun así, los setenta fueron una década dónde artistas freelance, grupos más o menos organizados y algunas instituciones coincidieron en “normalizar” las artes. En el ámbito internacional, el arte conceptual y el minimalismo se imponían por todas partes como tendencias dominantes.
Sin embargo, la década de los sesenta fue mucho más fértil: el Nouvéau Réalisme, el Arte Povera, el Grupo Fluxus, los situacionistas y Joseph Beuys representaban inquietudes de muchos colectivos, que cuestionaban y compartían ideas y tendencias.
El carácter desafiante de los Esquizos de huir de la línea establecida, la particular manera de entender la figuración que tenía cada uno de ellos, la extraversión y el gusto por la polémica a partir de las fuentes teóricas de las que partían, fueron clave en el momento de la transición española, muy expectante con lo que sucedía dentro de los diferentes segmentos sociales y cómo éstos se manifestaban. El apoyo de coleccionistas, galerías y crítica fue crucial para el desarrollo del grupo.
Clima de libertad
La denominación de Esquizos fue un apodo creado por los artistas coetáneos catalanes (el grupo Trama), que en el mismo momento estaban inmersos en una abstracción absoluta. Lo que ambas posiciones compartían, sin embargo, era un fuerte compromiso político y social.
En Madrid se generó un clima de libertad que se manifestó en la pintura, pero también incluyó la música, el cine, la moda y todo lo que formaba parte de la llamada Movida.
Uno de los anfitriones más destacados de la Nueva Figuración Madrileña fue el galerista Fernando Vijande, quien apoyó incondicionalmente al grupo. Su amistad con Josep Suñol y la fascinación que este último sintió por el mundo del arte contemporáneo, propició el acercamiento del coleccionista hacia este grupo cuyas obras, hoy en día, conforman una parte importante de la colección Josep Suñol. Después de cuarenta años, es importante hacer un balance de lo que significó el movimiento de la Nueva Figuración Madrileña y de sus protagonistas, acortando la distancia, a menudo más metafísica que geográfica, entre Madrid y Barcelona.
Sevilla. Los Esquizos de Madrid. Figuración madrileña de los 70. Centro Andaluz de Arte Contemporáneo [1] (CAAC) .
Hasta el 16 de mayo de 2010.