Semanas después de los disturbios de junio, un grupo de activistas constituyó el Gay Liberation Front, que se describía como “una coalición de hombres y mujeres homosexuales radicales y revolucionarios, comprometidos con la lucha contra la opresión de los homosexuales como grupo minoritario y con la reivindicación del derecho de autodeterminación de su propio cuerpo”.

En su nombre, no sólo se declaraban simpatizantes de las luchas por la liberación activas en EE.UU., sino también del frente de liberación nacional en Vietnam y otros movimientos internacionales. El GLF se disolvió en 1972. Sharon Hayes ha regresado a aquellos acontecimientos en varias obras recientes como forma de abordar el momento actual y de provocar la posibilidad de un análisis riguroso de la relación entre política y deseo.

El ciclo Multitud singular – El arte de resistir contiene entre sus proyecciones, la pieza audiovisual Symbionese Liberation Army Screeds # 16 (2003) de Sharon Hayes, realizada con material fílmico del secuestro en 1974 de Patty Hearst en California. Hearst, secuestrada por una organización política radical llamada Ejército Simbionés de Liberación (SLA), cambió su nombre por el de Tania y anunció que iba a unirse al SLA en su lucha. Symbionese Liberation Army Screeds # 16 volverá a proyectarse el próximo 9 de diciembre de 2009.

Performance de Irina Botea: A Place of Citizenship

Por otro lado, Irina Botea presentará el viernes la performance A Place of Citizenship, inspirada en la película Canciones para después de una guerra (Basilio Martín Patino, 1976), con la que investiga de qué forma los himnos nacionales podrían funcionar como espacios activos de protesta y de negociación social, y cómo pueden crear vínculos y conexiones entre las personas de una comunidad.

Además, se centra en la relación entre el himno nacional rumano y los emigrantes rumanos (que en este caso viven en Madrid), pensando cómo un himno nacional puede movilizar tanto a los músicos que lo interpretan como al público que lo escucha.

En palabras de la propia artista, "A la luz de la globalización y la formación de órganos de gobierno supranacionales –como la Unión Europea–, las preguntas sobre ¿cómo es posible componer un himno nacional en la actualidad?, ¿cómo un himno puede incluir y representar a una comunidad de personas que viven fuera de su país? Y ¿cuál podría ser el significado y la función de un himno nacional hoy en día?; parecen cobrar mayor relevancia. El deseo de explorar estas cuestiones me ha llevado a desarrollar esta performance, donde, en colaboración con un grupo de músicos rumanos, trabajaré en la creación de un himno nacional parcialmente improvisado y compuesto ante una audiencia en vivo". 

El ciclo Multitud singular – El arte de resistir contiene entre sus proyecciones, la pieza audiovisual Auditions for a Revolution (2006), que trata sobre la reconstrucción performática de la primera revolución televisada, la Revolución Rumana de 1989, de la que la artista rumana fue testigo. Volverá a proyectarse el próximo 9 de diciembre de 2009.