En la serie de dibujos que conforma la muestra, Antolí reflexiona sobre las relaciones interpersonales, las relaciones de pareja, el sexo, los complejos y la insatisfacción que estos generan, la incomunicación y los dilemas morales propios de las personas de su generación que le rodean. Además, en el vídeo Els amants [1] presenta mediante animación stop-motion las complejas dinámicas de pareja de complementariedad y posterior fagocitación y hastío.
Modernidad e intimidad
A pesar de su juventud, en el trabajo de Antolí son reconocibles influencias y estilos de marcado carácter figurativo que en nada interfieren con la impresión de modernidad y actualidad que la visión de su obra genera. Porque quizás esa es la característica principal de su obra; la sensación de modernidad. Sin recurrir a elementos pretendidamente modernos o efectistas, y menos aún a técnicas rompedoras, cada una de sus obras queda perfectamente contextualizada en el momento actual.
Quizás a ello contribuye el hecho de basarse en modelos casuales fruto, incluso en ocasiones, de momentos efímeros en los que ni los mismos retratados son conscientes de que la retina visual de la pintora está planeando con ellos una obra nueva. Por medio del retrato individualista, y a la vez universalizado, busca lo más sagrado, recóndito e intrínseco de la persona. La mirada de cuando no saben que son mirados, su yo sin falsedad, poses ni identidad. Busca en estos retratados que manifiesten implícitamente por su gesto, expresión y momento su intimidad.
Madrid. Soy joven. Me aburro. Galería Aranapoveda [2].
Hasta el 1 de junio de 2011.