Uno de los creadores más impactantes que podemos encontrar es John Davies (Cheshire, Inglaterra, 1946), prometedor escultor ya en la década de los setenta, a partir de figuras y retratos hiperrealistas de yeso y poliéster con los que consigue llevar al extremo la inquietante expresión de la miseria humana por medio de sus turbadores retratos, emblemas de la soledad del ser humano. Sus esculturas son generalmente vaciados de yeso, fibra de vidrio o resinas que representan un clima de tristeza, soledad, angustia y muerte.
Uno de los pintores españoles más originales y prolíficos de los últimos tiempos es Luis Gordillo (Sevilla, 1934), contemporáneo a los Informalistas de la década de los cincuenta y considerado pionero de la Figuración Madrileña. Centrado en la abstracción a partir de los años ochenta, la originalidad de su discurso radica en la investigación exhaustiva de la imagen, de la que estudia todas sus posibilidades y hace uso de la tecnología para recrear procesos llenos de contrastes. Su producción explora y refleja la importancia de la serie y la repetición como herramienta compositiva y sus cuadros transmiten la sensación de estar en un continuo proceso de reproducción que nunca llega a un estado definitivo.
Las obras expuestas de Abraham Lacalle (Almería, 1962), irónicas y sarcásticas, están llenas de referencias literarias y artísticas, y resultan especialmente impactantes por el tratamiento especial del color. Parte de la figuración para crear un universo de mundos superpuestos estableciendo una atmósfera pseudo abstracta con constantes alusiones a elementos de la cultura contemporánea.
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A partir de una escultura en madera policromada de grandes dimensiones, Francisco Leiro (Cambados, Pontevedra, España, 1957), ironiza sobre la condición humana a través de su inconfundible estilo que obedece a una figuración expresionista que mantiene como referentes fundamentales la talla tradicional gallega en madera y las formas arcaicas de la escultura.
A lo largo de su producción artística, Pelayo Ortega (Mieres, Asturias, 1956) ha desarrollado diversas etapas buscando integrar aspectos antagónicos en el campo de la pintura. Podemos ver en la exposición tres obras del artista que reúnen planteamientos narrativos y figurativos en oposición a los abstractos y la utilización de colores intensos en contraste con tonalidades turbias.
Como figura emergente encontramos a David Rodríguez Caballero (Dueñas, 1970). A partir de una obra de grandes dimensiones realizada en aluminio, el artista crea un juego de luces y sombras asumiendo el espacio como un elemento fundamental y acentuando las formas geométricas y abstractas de la obra, reafirmando la ausencia total de elementos iconográficos.
Por último, encontramos una escultura en bronce a tamaño real de Manolo Valdés (Valencia, 1942) que representa a dos niñas con los rasgos enfatizados y con la característica exploración en el uso del material y las texturas tan propia del artista. La historiografía del arte, concretamente en esta obra hace referencia a un dibujo infantilizado de Paul Klee, le sirve como pretexto para sus planteamientos estéticos, a los que dota de una nueva orientación personal, más contemporánea.
Barcelona. Summer Show. Marlborough Barcelona.
Del 29 de junio al 14 de septiembre de 2011.