Gracias a esta iniciativa, más visitantes podrán disfrutar de una de las muestras más importantes de la temporada en el Prado durante los meses estivales de mayor tránsito turístico. Podrá visitarse hasta las diez de la noche, aunque el último pase de aceso será a las nueve. Los domingos, el museo mantiene el horario habitual, con un último pase a las siete de la tarde.
Turner y los Maestros es la primera gran muestra dedicada al pintor británico y a los vínculos que mantuvo con otros artistas de gran relevancia histórica y al original modo en que asimiló su influencia.
Feroz competencia
Tras su exitoso paso por Londres y París, esta exposición, organizada por la Tate Britain de Londres en colaboración con la Réunion des Musées Nationaux de Francia, el Musée du Louvre de París y el Museo del Prado, llega a Madrid, donde puede ser visitada hasta el 19 de septiembre. Se da la circunstancia de que la obra de este gran paisajista es muy poco conocida en España, vacío que se intenta subsanar con una muestra que incluye algunos de sus cuadros de mayor relevancia.
La muestra pone de manifiesto como J.M.W. Turner realizó su obra con perfecta conciencia de la pintura de los maestros antiguos, a los que estudió en profundidad, sin dejar de prestar atención a la aportación de algunos de sus contemporáneos. De esta forma, se plantea por primera vez un diálogo entre las obras más relevantes del artista, las de los maestros de otras épocas y los de la suya propia. La exposición arroja luz sobre un aspecto menos conocido de Turner: su obsesión por demostrar que era tan bueno, si no mejor, que los viejos maestros a los que tanto admiraba.
Turner nació en una familia de clase trabajadora y luchó sin descanso desde los diez años para ver cumplida su ambición de convertirse en un gran artista: "Yo soy el gran león del día", problamó en una ocasión. Durante su trayectoria entró en feroz competencia con los artistas que él consideraba como rivales dignos de su propia fama, ya fueran del pasado o de su época.
Los trabajos de investigación realizados en las últimas décadas, fundamentalmente por el equipo de expertos de la Tate Britain, la pinacoteca que alberga el mayor número de sus obras y las de mayor calidad, han puesto de relieve que, si bien Turner no se sintió directamente influido por aquellos maestros antiguos, sí que tomó en consideración su obra para sobresalir sobre ella, buscando con energía su lugar prominente en la historia del arte.
Voluntad de totalidad
En el Museo del Prado, donde se exponen un total de 80 obras procedentes de instituciones y colecciones europeas y estadounidenes, la mitad de ellas de Turner, se incluiyen algunas novedades con respecto a las muestras de Londres y París, como Sombra y oscuridad: la tarde del Diluvio; Luz y color (la teoría de Goethe): la mañana siguiente al Diluvio y Paz. Entierro en el mar, tres obras maestras que el pintor británico realizó al final de su carrera.
La muestra incluye también la obra de Claude de Lorraine Puerto con el embarque de la Reina de Saba (1648), con la que el pintor afirmó haber llorado la primera vez que lo contempló porque "jamás sería capaz de pintar nada parecido".
Con voluntad de totalidad, Turner y los Maestros pretende que el visitante pueda percibir el alcance de los vínculos de artista con otros pintores muy destacados como Rembrandt, Rubens o Claudio de Lorena, entre otros, y el modo profundamente original en que asimiló su influencia desde el período inicial de su carrera a sus últimas composiciones.
Madrid. Turner y los maestros. Museo del Prado [1].
Del 22 de junio al 19 de septiembre de 2010.
Comisario: Javier Barón.