Más de 55.000 personas han visitado ya una muestra a la que le sobran atractivos –reúne casi doscientas pinturas, esculturas, tapices, obras literarias, armaduras e imágenes religiosas–, entre los que destaca especialmente La niña en un marco, obra maestra pintada por Rembrandt en 1641 en la que el genio holandés se interesó por la representación del espacio y por captar el movimiento. Para producir la ilusión rompe el espacio pictórico incluyendo en la obra un marco de cuadro y situando detrás a la modelo, que, además, traspasa esa frontera adelantando las manos hacia el espectador.
El propósito de esta exposición es dar a conocer los logros artísticos y culturales de Polonia desde el reinado de Casimiro III el Grande (1310-1370) hasta la pérdida de la independencia en 1795, con especial atención a los siglos XVI y XVII, el período más brillante de la historia del país.
Polonia. Tesoros y Colecciones Artísticas, muestra organizada por Patrimonio Nacional, Acción Cultural Española –ACE– y la Fundación Banco Santander en colaboración con el Museo Nacional de Cracovia, se engloba dentro del doble proyecto por el que dicha ciudad acoge desde julio la muestra Tesoros del Patrimonio Nacional de España, que incluye más de cien obras obras.
Espectacular discurso expositivo La exposición incluye aproximadamente 190 obras de un variado elenco de tipologías: pintura, escultura, mobiliario, tapices, artes decorativas y suntuarias, monedas y medallas, libros y documentos. Junto a su calidad estética y artística, destaca el valor didáctico de la exposición, ya que presta especial atención a aspectos históricos, geográficos y de la tradición de Polonia. Sala I: La Edad Media En el periodo tardomedieval, el desarrollo de las artes en Polonia se basó en el patrocinio de la floreciente y poderosa burguesía. La producción de retablos y de escultura de temática religiosa, en estilo gótico internacional, es de enorme calidad y belleza. Especial significado histórico tiene una pieza incluida en la sección de monedas, El denario de Bolesalw I, primer testimonio en el que aparece el nombre de Polonia (Poloniae). Algunas obras destacadas de esta sección son: – San Estanislao Obispo, Patrono de Polonia, h. 1520. – Epitafio de Sakranus, Cracovia, h. 1527. – Epitafio de Sobek Melchior, Cracovia, 1542. – Tríptico con los Santos Bartolomé, Lorenzo y la Virgen entronizada, h. 1420. – Virgen con el niño, h. 1380. – Casulla y dos dalmáticas bordadas diseñadas por Lucas van Leyden, ca.1520. Sala II: La época de la dinastía Jagellón (1386-1572) El arte del Renacimiento se introdujo relativamente pronto en Polonia gracias a la corte y a los numerosos viajes de artistas polacos a Italia. No obstante, el país no renunció a sus vínculos artísticos tradicionales que lo ligaban a Alemania. Uno de los ejemplos más exquisitos del patrocinio real artístico fue la colección de tapices realizados en Bruselas por orden del rey Segismundo II Augusto. Algunas obras destacadas de esta sección son: – La Familia de los Jagellones, Taller de Lucas Cranach el Joven, h. 1556. – Tapiz «El diluvio» de la serie La historia de Noé, Bruselas, posterior a 1567. Sala III: Ciencia y Diplomacia En el año 1364, el rey Casimiro el Grande obtuvo del Papa permiso para establecer en Cracovia, capital del reino, una universidad. La Academia de Cracovia, llamada ahora Universidad Jagellogiana, se funda en 1348 y es la segunda universidad de Europa Central (tras la de Praga). El 15 de marzo de 1595 se inauguró el primer centro universitario privado, la Academia Zamosc, que después de la ya mencionada Academia de Cracovia, es considerada la institución universitaria de más alto nivel de Polonia. Ya en el siglo XVI se fundan la Academia Lubranski en Poznan (1518) y la Academia Vilnius (1578). Salas IV, V y VI: La época de la dinastía Vasa (1587-1668) y Pompa Funebris Durante el siglo XVII, Polonia recibe un fuerte influjo del arte oriental que tiene un impacto muy notable en el arte y, más concretamente, en las artes decorativas. En este contexto se desarrollan también una serie de ritos funerarios característicos de la cultura polaca, que dan lugar a interesantes objetos artísticos. Salas VII y VIII: Juan III Sobieski y la victoria de Viena (1683) El rey Juan III Sobieski volvió triunfante de la batalla contra el ejército turco en el Sitio de Viena. Esta victoria, junto a la profunda creencia en la intervención de la Virgen en el acontecimiento, da lugar a numerosas ofrendas (incluidos botines) donadas por el rey a diversas iglesias. – Rodela de Juan III Sobieski, segunda mitad del s. XVI. Sala IX: La época de los reyes sajones (1709-1763) Tras la muerte de Juan III Sobieski en el año 1679 se elevan al trono los príncipes sajones Augusto II el Fuerte (1697-1733) y Augusto III (1733-1763). El cambio de dinastía se refleja también en el gusto, por lo que el arte polaco de este periodo muestra claras influencias francesas y alemanas. Surge entonces, como muestra de independencia espiritual de la nobleza polaca y expresión nacional la indumentaria típica polaca denominada kontusz. – Escritorio de relieves de la Biblia. 1648. – Bandeja y Jarro de oro, primera mitad s. XVII. Sala X: La época de Estanislao II Augusto Poniatowski. (1764-1795) El rey Estanislao Augusto Poniatowski fue, sin duda, un distinguido coleccionista. Su interés iba más allá de las artes, extendiéndose a la literatura y a las ciencias. La colección real adquirió entonces una notable importancia en calidad y cantidad, a la que no es ajena la presencia del pintor italiano Marcello Bacciarelli, asesor de dicha colección. – Retrato de Estanislao Augusto Poniatowski con indumentaria de coronación. Marceli Bacciarelli. h. 1790. – Retrato de Isabel Czartoryska. Aleksander Roslin, 1774. Sala XI. Pintura occidental en las colecciones polacas del siglo XIX
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, las casas señoriales polacas desarrollan una importante labor de coleccionismo, especialmente en el campo de la pintura. Los ejemplos más conocidos son la colección Raczynski, la de los príncipes Czartoryski, la ya mencionada de Estanislao Augusto Poniatowski, la colección Lubomirski y la de Lanckoronski. Estos amantes del arte se hacen con obras verdaderamente paradigmáticas, que acabarán integrándose en los museos polacos, donde actualmente se conservan. Un ejemplo destacado de esta sala es La niña en un marco, obra de Rembrandt fechada en 1641. |
Madrid. Polonia. Tesoros y colecciones artísticas. Palacio Real.
Hasta el 4 de septiembre de 2011.
Comisaria: Beata Biedronska Slota.
Noticias relacionadas:
-
18 de agosto, Madrid se despide de ‘La dama del armiño’ de Leonardo
-
Cracovia acoge los tesoros de la Corona Española
-
Polonia deslumbra en Madrid
-
‘La dama del armiño’ de Da Vinci luce en Palacio