La fundación de una ciudad no es forzosamente un acto heroico. Para las ciudades antiguas, la arqueología tantea un orden cronológico, desempolva las pruebas del suceso, mientras la historia y la leyenda proponen sus relatos.
Capital para Brasil
Cada día nacen nuevas ciudades, construidas de diferentes materiales: hormigón, agua, sudor, dinero… En su programa electoral, el presidente Kubitschek prometió la creación de una moderna capital para Brasil y, en tres años, Brasilia se levantó entre las malezas del plano alto central, siguiendo fielmente los planes de Lucio Costa. A su vez los obreros que la pusieron en pie, venidos de todas las regiones del país, plantaron sus chamizos trémulos donde dormir y fundaron sin saberlo su propia ciudad.
Hay ciudades de cristal que crecen en los despachos, y otras de lata y cartón que bailan al ritmo de sus propios habitantes. En una ocasión, a un grupo de forajidos a los que la policía les pisaba los talones se les estropeó el camión en pleno desierto. No podían seguir, ni ir hacia atrás. Fundaron entonces allí mismo una ciudad paradisíaca, la ciudad dorada, donde el mayor de los crímenes era no tener dinero. Esa ciudad se llama Mahagonny y Bertolt Brecht la imaginó al tiempo que Las Vegas brotaba con la forma de ciudad que hoy conocemos.
El proyecto
En Prohibido cantar / No Singing, como se titula el proyecto de Jordi Colomer, unos pocos personajes plantan un garito donde se ofrecen juegos de entretenimiento, trucos, amor y comida a bajo precio. La acción transcurre cerca de un camino polvoriento, en los mismos solares en los que hace un tiempo se proyectó una gran ciudad privada, con 32 casinos, llamada Gran Escala, que debía atraer a 25 millones de visitantes, pero que nunca vio la luz.
Las imágenes que se presentan en Matadero Madrid (en siete pantallas) muestran cómo prospera la ciudad de Eurofarlete, bajo un sol inclemente y el cierzo soplando. Están compuestas de fragmentos de lo que allí sucedió durante dos días, y quizás ayuden a discernir una singular forma de organización por la supervivencia, donde todo está en venta, a precio de ganga y también a cualquier precio.
Jordi Colomer (1962) nació en Barcelona, ciudad en la que estudió Arte en EINA, Historia del Arte en la Universidad Autónoma y Arquitectura en la ETSAB. Vive y trabaja entre Barcelona y París. Desde sus inicios, el trabajo de Colomer ha ido incorporando a una singular visión de la escultura elementos de los dispositivos escénicos. Desde 1997 ha privilegiado el uso de la fotografía y la vídeo-instalación. Sus primeros vídeos tomaban forma de micro-narraciones de raíz beckettiana, en los que los habitantes se debaten con objetos, decorados y espacios artificiales. En un segundo período estos personajes recorren la calle y el desierto con gestos y derivas que –(no exentos de cierto humor absurdo)– contagian un marcado espíritu crítico. Sus obras exploran las posibilidades de supervivencia poética que ofrece la urbe contemporánea. Así surgen obras como Anarchitekton (2002-2004), proyecto itinerante a través de cuatro ciudades (Barcelona, Bucarest, Brasilia, Osaka), No? Future! (rodada en Le Havre, 2004), Arabian stars (Yemen, 2005), Cinecito (La Habana, 2006), En la Pampa (realizada en el desierto de Atacama, Chile, 2008), Avenida Ixtapaluca (houses for México, 2009), The Istanbul Map (Istanbul, 2010) o, más recientemente, la trilogía What will come (Nueva York, 2010-11) donde los propios habitantes escriben el guión con sus desplazamientos en la suburbia americana; o el proyecto Crier sur les toits (gritar a los cuatro vientos, 2011), donde se propone utilizar las azoteas como un pedestal a escala urbana, instituyendo una fiesta mundial. En l’Avenir (2011), inspirada en el Falansterio de Charles Fourier, las imágenes dan rostro a los habitantes de un proyecto utópico y son a la vez un comentario sobre sus posibilidades de materializarse. La instalación Prohibido cantar que aquí se presenta investiga una vez más esa tensión entre proyecto y realidad, dibujando un espacio híbrido, a la vez totalmente físico y puramente mental; los proyectos de construcción de una ciudad de oro y casinos, que los medios anuncian tiene visos de precisarse y un lugar con mucho viento, contaminado por proyectos imaginarios del pasado y ahora ocupado por personas jugando a la ficción. Nótese que el propio espacio de Abierto x Obras ha quedado transformado por efecto de todas estas visitas.
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