Uno de los artistas franceses más importantes de la segunda mitad del siglo XX, Jean Dubuffet (1901-1985), dudó durante mucho tiempo entre el negocio familiar de vinos y una actividad artística. Es en 1942, con más de 41 años, cuando se consagra definitivamente a la pintura. Gran contestatario del orden establecido, se empeña durante los 43 años de su actividad artística en desobedecer cualquier regla preestablecida salvo, paradójicamente, la de asombrar pintando, "como todo el mundo".
Al margen del circuito
Su interés por los trabajos al margen del circuito cultural le llevó a fundar la Colección del Arte Bruto, fuente de estímulo constante en su obra. Su producción artística está jalonada de múltiples experimentos reagrupados en diferentes ciclos, de los cuales el más largo y original es ciertamente el de L’Hourloupe, proyección mental y desmaterializada del mundo, "una incursión al interior de los fantasmas, en un fantasmagórico universo paralelo".
Con más de 60 años, Dubuffet [1] se sumerge sin vacilación en lo que él denominará años más tarde "esta divagación de L’Hourloupe", viviendo en apnea durante casi doce años, de 1962 a 1974, en este "mundo fantasma". Pero, antes de sumergirse, hay que comenzar desde cero, romper con los trabajos pasados y lanzarse "sobre una nueva pista que bien podría conducir a realizaciones de alto sabor".
Éxito popular
Paradójicamente, las obras de este ciclo son hasta el presente inmediatamente identificadas a nivel internacional por un gran público; resultando el arquetipo de un "estilo Dubuffet", término que reduce en ocasiones la comprensión de la obra a un simple reconocimiento de un juego de trazos y colores.
Periodo a la vez reconocido pero sin embargo incomprendido, ¿qué es L’ Hourloupe? ¿Qué predomina a lo largo de este ciclo en el pensamiento del artista?
Un mundo paralelo
Con L’ Hourloupe y su escritura como meandros ininterrumpidos, Dubuffet cuestiona nuestra percepción del mundo y recrea un mundo paralelo, lunático, en el que ningún elemento se da por conocido de antemano, con el objetivo de provocar la imaginación del espectador. Empresa desmesurada, abandona progresivamente el espacio del cuadro por la escultura, luego por la arquitectura y cuya culminación será el espectáculo Coucou Bazar, un "cuadro animado".
Una muestra, dos espacios -Museo de la Pasión: la planta baja está dedicada a las pinturas, -Iglesia de Las Francesas: un conjunto de 10 elementos (nueve practicables y un traje) parte del espectáculo Coucou Bazar es puesto en escena en el |
Valladolid. L’Hourloupe de Jean Dubuffet. Una incursión en lo fantasmagórico. Museo de la Pasión e Iglesia de Las Francesas [2].
Del 25 de junio al 29 de agosto de 2010.
Comisaria: Sophie Webel.