En una carta escrita de su propio puño que ha repartido entre la prensa nada más terminar la rueda de prensa de la exposición de Douglas Duncan, Ruiz-Picasso ha censurado la organización de Viñetas en el frente en el MPM, de la que ha dicho no tener conocimiento, al entender que la muestra supone una «utilización política oportunista [de la obra de Picasso] en un periodo electoral polémico».
La nuera del artista asegura que el MPM «no deberá ser usado nunca con fines políticos» y que éste persigue «el respeto a la memoria pacifista de mi suegro» y a todas las víctimas de la Guerra Civil en España, «incluidos de todos los bandos», además de entender que el Museo Picasso de Málaga ha de mirar «hacia el futuro y no hacia el pasado».
Consejero sorprendido
Esta oposición a la exposición ha sorprendido al consejero de Cultura de la Junta de Andalucía y presidente del Patronato de la Fundación MPM, Paulino Plata, quien ha tenido que afrontar el enfado de Christine Ruiz-Picasso en el patio del museo.
Plata, que minutos antes había compartido con ella la presentación de la exposición de Douglas Duncan, ha eludido cualquier enfrentamiento y ha preferido dar a conocer su versión más tarde a través de un comunicado. En él se explica que la Consejería de Cultura «rechaza totalmente cualquier utilización partidista y oportunista de esta o cualquier otra exposición», alegando a su vez que todos los miembros de la Fundación Museo Picasso Málaga han conocido la preparación de esta exposición «en los mismos términos y en los mismos tiempos» que la Consejería.
«La Consejería de Cultura defiende firmemente la libertad de expresión y de creación, máxime en la difusión de la obra de Picasso, que además del pintor español más importante e influyente del siglo XX, se ha caracterizado por la defensa de las libertades ante regímenes que propugnaban lo contrario», recoge el comunicado.
Historia de una exposición
La exposición en cuestión, coproducida por el Museu Picasso de Barcelona –donde ya se expuso sin ninguna polémica– y el Museo Picasso Málaga, se centra en mostrar los resultados de un análisis iconográfico comparativo de Sueño y mentira de Franco, dos grabados realizados por Picasso en 1937.
Viñetas en el frente reúne una selección de trabajos de Picasso junto al de otros artistas e ilustradores, exhibiéndose obras de la misma época de John Heartfield, George Grosz, Josep Renau, Toño Salazar o Mauricio Amster, así como grabados de Francisco de Goya. Las cerca de 110 obras y documentos reflejan la preocupación y compromiso de estos creadores frente a la violencia que generan los conflictos bélicos.
En enero de 1937, Picasso empezó a trabajar en Sueño y mentira de Franco, dos planchas con ilustraciones contra el levantamiento militar de julio de 1936 destinadas a obtener fondos para la causa republicana con la venta de las impresiones en el pabellón de la República en la Exposición Internacional de París. Cada plancha contenía 9 viñetas, dispuestas en un formato que recuerda a las aleluyas y a las tiras cómicas, en las que Pablo Picasso caricaturizaba aspectos como la violencia, la destrucción del arte, las consecuencias del totalitarismo, el enfrentamiento y el drama de los inocentes, con un lenguaje en el que lo vanguardista y lo popular se mezclan al servicio de la denuncia de la barbarie de la guerra.
La crudeza de la guerra
Las planchas fueron finalizadas en junio de ese mismo año. Entre las primeras viñetas y las últimas, la sátira y la parodia giran hacia la representación de la crudeza del drama de la guerra, viñetas en las que el espectador reconoce la iconografía de una de las grandes obras maestras de Picasso, Guernica, que el artista había comenzado ese mismo mes de mayo para exponerla en el pabellón de la República en la Exposición Internacional de París.
Sueño y mentira de Franco es el punto de partida de la exposición, que muestra asimismo las planchas originales que sirvieron luego para imprimir los grabados. Alrededor de esta pieza central, la exposición reúne cerca de 110 obras y documentos tanto de Pablo Picasso como de otros artistas con los que el andaluz comparte, ante la tragedia del conflicto bélico, recursos gráficos y visuales en la búsqueda del impacto emocional. Entre éstos, los grabados de Los desastres de la guerra de Goya –que el Gobierno de la República reeditó en 1937–, los dibujos del salvadoreño Toño Salazar, los fotomontajes de John Heartfield, las composiciones gráficas de Josep Renau y Mauricio Amster, y las caricaturas de Luis Bagaria y George Grosz.
El ejemplar de Sueño y mentira de Franco expuesto forma parte de la Colección del Museo Picasso Málaga, que lo adquirió en enero de 2010. El origen del resto de las obras es diverso, pues provienen de colecciones públicas y privadas tanto nacionales como internacionales. Entre las primeras, cabe destacar el Museu Picasso de Barcelona, el Institut Valencià d’Art Modern, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Nacional d’Art de Catalunya, el Museum Ludwing de Colonia o el Museo de Arte de El Salvador.
Con motivo de la exposición se ha editado una publicación en español, inglés y catalán en la que han colaborado con ensayos Miriam Margarita Basilio, Salvador Haro, Carlos Pérez, Claustre Rafart e Inocente Soto. Este catálogo está disponible en la Librería MPM.
En otro orden de cosas, el consejero de Cultura ha anunciado que el Museo Picasso Málaga abrirá todos los días, incluidos los lunes, durante julio y agosto, con el objetivo de reforzar la oferta cultural de la ciudad durante el verano y dado que en estos dos meses del año pasado la pinacoteca recibió el 20,5% de sus visitantes, es decir, 71.036 personas de las 345.742 que pasaron en 2010 por las salas del museo. También ha mostrado su satisfacción por los buenos datos de afluencia de público que se están obteniendo este año, ya que en los primeros cinco meses el MPM ha registrado 158.461 visitantes, lo que supone un incremento del 16,5% respecto al mismo periodo en 2010.
Ubú Franco Bahamonde En diciembre de 1896 se estrenó en París Ubu, Roi, la pieza de Alfred Jarry que fue considerada una de las obras clave en el posterior desarrollo de las vanguardias. Con la creación del personaje de Ubú, Jarry subrayaba el humor despiadado como fórmula para acercar al espectador a la realidad que le rodea y ayudarle a subsistir en un mundo terrible. Picasso nunca conoció personalmente a Jarry, pero experimentó por el autor una fascinación absoluta. En 1937, cuatro décadas más tarde y en plena Guerra Civil española, Picasso realizó la obra Sueño y Mentira de Franco reencarnando a Ubú en el general. Con estos dos grabados del mismo año en el que pintó Guernica para el pabellón de la República en la Exposición Internacional de París, Picasso se integraba de lleno en la producción artística del período bélico, centrada en el bando republicano no sólo en la estampación de carteles, sino también en la confección de aleluyas, pasquines, ilustraciones y chistes para la prensa. |
Málaga. Viñetas en el frente. Museo Picasso Málaga.
Hasta el 2 de octubre de 2011.
Comisarios: Salvador Haro, Inocente Soto y Claustre Rafart i Planas.