Su obra se adentra conceptualmente en técnicas escultóricas innovadoras y encuentra su equilibrio al combinar las técnicas clásicas en tinta y papel de las artes caligráficas tradicionales con una abstracción escultórica que recuerda a las vanguardias de occidente.

Wang Xieda (Liaoning, China 1968) es un escultor atípico que también expone sus dibujos, obras de gran tamaño, presentadas en papel de arroz y carboncillo sobre lienzo. Aunque sus moldes de bronce pueden remitir a los espectadores occidentales a las formas atenuadas e igualmente “dibujadas” en el espacio de Giacometti o David Smith, la escultura de Wang se deriva, dice, del maestro calígrafo del siglo cuarto Wang Xizhi.

Esta transformación de lo bidimensional en tridimensional es análoga al empleo de sus propios dibujos de 1,2 metros de altura como el punto de partida de sus esculturas de menor tamaño: las representaciones abstractas de toros, pájaros o figuras humanas. También son un vivo recordatorio de que los dibujos pueden proporcionar una perspectiva cercana e íntima del pensamiento del artista –y, a veces, hasta una oportunidad de asomarse a su inconsciente.

En los últimos veinte años, Wang Xieda, que vive y trabaja en Shanghái, se ha dedicado al estudio del texto y la caligrafía; el artista no es un mero admirador de la China antigua sino de todas las civilizaciones antiguas del mundo. Tras años de estudio, descubrió que muchos de los pictogramas de las primeras civilizaciones humanas compartían similitudes. Los pictogramas eran el medio más común para representar la naturaleza sintetizando las formas abstractas en sencillas metáforas.

Texto y caligrafía

En todas las formas visuales, las líneas son el lenguaje de comunicación y diseminación más básico y eficaz. Los caracteres chinos, una suerte de una prolongación de los jeroglíficos que se han utilizado durante la civilización humana, siguen vigentes hoy en día. Los antiguos caracteres chinos empezaron a cristalizarse hace 6.000 años durante la etapa Banpo. El primer sistema textual completo apareció en la historia china durante la dinastía Shang en el siglo XIV a.C. Al igual que en el resto de civilizaciones antiguas, los caracteres originales partían de representaciones de imágenes naturales; este hecho dio pie a una teoría sobre el arte tradicional chino que asegura que la caligrafía y la pintura comparten el mismo origen.

Las obras recientes de Wang Xieda han mostrado un estilo antiguo y un ritmo elegante, evocador de los orígenes estéticos de las civilizaciones antiguas. Recurriendo a líneas sencillas y sin pretensiones, sus esculturas y pinturas construyen moldes concisos e imprevisibles. En estas formas visuales, como los tótems primitivos y las primeros símbolos caligráficos, Wang explora un sentimiento abstracto y puramente estético, controlando a la perfección la armonía de las dimensiones y creando un ritmo de espacio apropiado. La resonancia momentánea que se produce cuando el creador y los espectadores ven una cierta eterna belleza de concisión es la razón por la que muchos espectadores se enamoran de las obras de Wang Xieda.