Nacido en 1950 en Bangladesh, donde estudió arte, se trasladó a París en 1975 para consolidar su carrera artística. Shabuddin recibió influencias de los expresionistas abstractos americanos, pero su inconfundible estilo le ha hecho merecedor del reconocimiento internacional, plasmando en sus óleos el latir del mundo contemporáneo y el paso de las horas.
Shabuddin realiza sus composiciones sin boceto previo. Vibrantes conciertos musicales envueltos en un espacio rítmico y armonioso de sutiles movimientos. De factura rápida, casi impresionista, pero con pocos colores, crea efectos lumínicos donde sus figuras son prácticamente manchas que se vislumbran en simples trazos y de bellos escorzos.
Su creación es una muestra de optimismo, de inspiración mundana, en la que muestra un espacio en el que sus personajes afrontan los riesgos y las dificultades de la vida.
Zaragoza. Óleos, Ahmed Shahabuddin. CAI. Sala Luzán.
Hasta el 18 de febrero de 2009.